Tuvieron que pasar más de 20 años para que Walt Disney pudiera llevar el encanto de “Mary Poppins” a la pantalla grande en 1964. Y es que su autora, Pamela Lyndon Travers, siempre se mantuvo reacia para realizar una adaptación cinematográfica, argumentando que ningún filme le haría justicia a su creación. Tras su estreno, la crítica cayó rendida a sus pies, siendo a la postre, la película del estudio con más nominaciones en la historia de los Premios Óscar, sin embargo, hoy en día, se encuentra en medio de la polémica y aquí te revelamos todos los detalles.

El toque mágico de las novelas de Travers cautivó a las hijas de Walt Disney, quienes le hicieron prometer que haría una película sobre la tierna niñera, el resultado a la postre, fue arrollador. No obstante, el productor de cine estadounidense batalló para hacerse de los derechos y consumar el proyecto, ya que, para la escritora británica, el también empresario, sólo se dedicaba a los dibujos animados sin haber liderado un live-action.

Finalmente, en 1961, se logró la misión con sus asegunes, debido a que P.L. Travers, exigió el manejo total del guion, además de que en todo momento no estuvo de acuerdo con la mezcla de animación e imágenes reales y tampoco con la música, un apartado hecho por los hermanos Sherman, autores famosos por darle vida a la mayoría de filmes de Disney y por el que incluso ganó el Premio de la Academia por mejor banda sonora.

Lo que realmente quería la creadora de Mary Poppins, eran temas musicales de la época eduardiana, al igual que la ambientación, pero Disney bloqueó sus protestas, citando el contrato firmado donde se establecía que el dueño del estudio animado tendría en todo momento la última palabra. Incluso, estos debates textuales, forman parte de la colección de documentos Travers en la Biblioteca Mitchell de Nueva Gales del Sur, mostrando una tensa relación entre ambas figuras.

Así, se comenzó con el rodaje del largometraje, el cual, se llevó a cabo en los estudios de Walt Disney en Burbank, California, usando fondos pintados de Londres, maquetas, grabaciones de fotogramas y empleando cables para hacer volar a Julie Andrews y a Dick Van Dyke, los protagonistas de la cinta, pareja que con sus voces y actuaciones, aparte de inmortalizar este largometraje, ayudaron a que Mary Poppins fuera nominada a 13 Premios Óscar, obteniendo al final, cinco estatuillas, incluyendo la categoría de mejor actriz.

Después de su gran éxito y tras conmemorarse 60 años de su estreno, esta emblemática película se encuentra sumergida en la controversia, debido a que esa tierna historia, repleta de sueños y color, creada para el público infantil, ha sido elevada en su clasificación por tener, dicen, un lenguaje discriminatorio.

Tras el reestreno en algunos cines del Reino Unido, este clásico de la gran pantalla ha pasado a tener una clasificación “U”, es decir, que es un contenido sin material ofensivo pero que requiere de una supervisión parental, eliminando así, la etiqueta de “apto para todo el público”.

De acuerdo con la Agencia Británica de Clasificación de Películas (BBFC por sus siglas en inglés) la cinta ‘Mary Poppins’, contiene lenguaje discriminatorio, sin especificar la parte de la cinta donde se muestra.

Sin embargo y ante este panorama, el sitio Daily Mail, señaló que se trata de las escenas donde usan la palabra “Hottentots”, término utilizado por la comunidad europea a la hora de referirse a los “khoikhoi”, un grupo de personas que fueron de los primeros habitantes al sur de África y que hoy, en pleno siglo XXI, mencionarlo sería una conducta despectiva, dando como resultado, el cambio de clasificación.

Cabe señalar que, durante los 140 minutos de duración, este concepto es utilizado dos veces por el Almirante Bloom, uno de los personajes centrales de la trama. La primera es cuando le pregunta a uno de los niños si “van a pelear con los Hottentots” y la segunda, tras referirse a unos señores que tienen la cara cubierta de hollín, a causa de las chimeneas.

“Entendemos, a partir de nuestra investigación sobre racismo y discriminación, que una preocupación clave para los padres es la posibilidad de exponer a los niños a lenguaje o comportamientos discriminatorios que puedan resultar angustiantes o repetirse sin darse cuenta del posible daño”, es parte del texto publicado por la British Board of Film Classification (BBFC).

Para nada es un secreto que vivimos rodeados de cambios generacionales, los mismos que ya tocaron a ‘Mary Poppins’, la cinta que en 2013 fue seleccionada para su preservación en el National Film Registry por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos y que fue la obra cumbre dentro de la carrera de Walt Disney, tras ser la única de sus películas en conseguir nominaciones al Premio de la Academia durante su vida. Hoy, las referencias textuales tienen un gran peso, sin embargo… ¿tú qué opinas?

Cambia clasificación de Mary Poppins por lenguaje discriminatorio

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