Con el pretexto de que Bad Bunny será el artista (o víctima, el tiempo lo dirá) de amenizar el medio tiempo del Super Bowl LX, nos dimos a la tarea de escuchar una y otra vez su más reciente disco “DeBí TiRAR MáS FOToS”. No como fans, que no lo somos, ni como haters, que tampoco lo somos, sino como espectadores incrédulos y asombrados del fenómeno musical que representa el artista puertorriqueño, que incluso ha sido comparado con Michael Jackson.

Lo que encontramos en su música, más allá del ritmo que nos incita a bailar, es un grito político y social disfrazado de melancolía. Si algo nos enseña este álbum es que la música de Bad Bunny es un reflejo de su identidad, una defensa de su cultura y un lamento por lo que ve a su alrededor.

Un álbum contra la gentrificación

El hilo conductor del disco es un profundo comentario sobre la gentrificación que asola a Puerto Rico. Bad Bunny no se anda con rodeos: sus letras denuncian cómo los inversores y la élite extranjera están comprando propiedades, desplazando a las comunidades locales y transformando la isla en un parque de diversiones para turistas.

La canción “LO QUE LE PASÓ A HAWAii” es un claro ejemplo de este discurso, usando la situación en Hawái como una advertencia de lo que podría suceder en su propia tierra. No es solo una queja, es una llamada de atención para que los puertorriqueños defiendan su hogar.

La música como un acto de resistencia cultural

Es en la música misma donde el artista demuestra su compromiso con sus raíces. A lo largo del álbum, Bad Bunny fusiona su reguetón y trap con géneros tradicionales de la isla, como la plena y la bomba. Esta mezcla no es un simple capricho artístico, sino una declaración de principios. Al incorporar estos ritmos autóctonos, Bad Bunny lleva la herencia cultural de Puerto Rico a un escenario global, asegurando que su cultura no sea olvidada ni homogeneizada. Es un acto de resistencia sonora que afirma su identidad y la de su gente.

Del desamor al lamento por el país

La melancolía del título, “Debí tirar más fotos”, parece hablar de un amor perdido o de la nostalgia por el pasado. Sin embargo, al escuchar el álbum completo, queda claro que este lamento trasciende lo personal para convertirse en un dolor colectivo. Las letras sobre el desamor se entrelazan con la tristeza de ver cómo su país cambia de forma drástica, como si el pasado que desea revivir no fuera solo con una persona, sino con la Puerto Rico que conoció antes de que comenzara a transformarse.

En definitiva, este álbum nos revela que el fenómeno Bad Bunny va mucho más allá de las canciones de perreo. Es un artista que utiliza su inmensa plataforma para generar conciencia, para denunciar injusticias y para defender su cultura. “DeBí TiRAR MáS FOToS” es un disco de madurez que nos invita a mirar más allá de la superficie y a entender que, en cada una de sus canciones, hay un corazón puertorriqueño que se resiste a olvidar de dónde viene.

El lado B de Bad Bunny: Un análisis sin fans ni haters

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