La siguiente vez que estés en tu automóvil mira bien a tu alrededor, seguramente todos los conductores vienen solos, máximo con un acompañante. Ahora fíjate en tu velocímetro y responde ¿Cuál fue tu velocidad máxima?
Pero no todo está perdido. ¿Qué tal si a tu vida le quitas dos llantas y te conviertes en un rebelde del camino? Nosotros los hicimos y quedamos plenamente satisfechos con el resultado, la practicidad y el ahorro en nuestro bolsillo que significó movernos a través de la ciudad en una Vespa Sprint 150.
Con un diseño que prácticamente no ha cambiado desde los años setenta -ahí radica parte de su magia- este modelo cuenta con toda la carga tecnológica de modernidad de nuestros días; prueba de ello sus frenos ABS que evita el bloqueo de las ruedas en una frenada de emergencia o en asfalto resbaladizo. Estos frenos permiten detenerla prácticamente en “seco” minimizando los riesgos de derrape.
La Vespa Sprint 150 tiene un motor de 150 cc y una velocidad máxima de 95 km/h. Hemos probado modelos similares por ejemplo la Yamaha NMax y la diferencia en el manejo es notoria, comenzando en el peso, la japonesa se siente más ágil al momento de ser maniobrada en el tránsito.
En Vespa Sprint 150 los comandos son simples e intuitivos y responden al diseño “retro” impuesto a la motocicleta, el conductor tiene a la mano el botón de encendido, las luces direccionales, el claxon, el cuadro de instrumentos analógico/digital, las luces altas y el liberador de la pequeña, pero suficiente cajuela que se ubica debajo del asiento.
El manejo no necesita experiencia previa, para moverla, únicamente es necesario encenderla y avanzar; además, de acuerdo con la marca, para esta generación lograron un avance importante en la reducción del ruido y las vibraciones, no tenemos un marco de referencia para comprobarlo.
te recordamos que por la cilindrada y de acuerdo al reglamento de tránsito, no está permitido circular con ella, en vías primarias, sólo en laterales y sobre todo te pedimos encarecidamente utilizar siempre un casco certificado como mínima protección.
