¿Cómo decirle a tu familia que pronto morirás? Que el tiempo se agota y es necesario despedirte. Cómo darles esa noticia, sobre todo cuando no los has visto en 12 años y el sentimiento de extrañarte y volverte a ver está palpable en cada uno de sus días. Tal vez las palabras para ese momento no existen.

Si la vida fuera plana o gris, no tendría chiste, sería aburrida y sosa. Por eso debe existir el camino sinuoso, con brechas y con personalidades distintas entres los humanos para que haya un equilibrio. Desde el carácter fuerte hasta el más débil, pasando por el de temperamento flemático, donde nunca se pierde la compostura.

Xavier Dolan nos presenta estas diferentes emociones y comportamientos en una historia visceral. Donde retrata a una familia un tanto disfuncional; con la ausencia del patriarca, el consumo de drogas, el narcisismo y la misoginia. Un desastre lleno lágrimas, gritos, riñas y sentimientos guardados. Diferentes problemas en cada uno de los individuos de la familia que se reflejan en su forma de percibir la vida, algunos con aspiraciones, otros viviendo del pasado y unos más, sumidos en el conformismo de no hacer algo más relevante, sólo vivir de forma monótona.

El olvido

Han pasado 12 años de que Louis (Gaspard Ulliel) abandonó a su familia para conseguir su sueño, convertirse en un destacado escritor. El reencuentro con su familia no es el más esperado por él, contrario a lo que sienten ellos. Tiene la difícil situación de anunciarles que pronto morirá, su existencia en este mundo está por extinguirse, noticia complicada y devastadora, teniendo en cuenta los años de ausencia y las ganas por parte de los suyos de tenerlo de regreso.

Con un semblante frío, triste, sin esperanza, Loius regresa al lugar donde vivió, el cual marcó su situación no sólo profesional, sino humana. Sus preferencias, sus gustos y todo el entorno que lo hizo madurar y convertirse en tan famosa celebridad. Contrario a lo que uno podría suponer, el reencuentro con los suyos donde todo debe ser celebración y felicidad, se torna hostil. Ha pasado mucho tiempo y los sentimientos son distintos, tanto de él con ellos y viceversa. Ahí es donde comienza la disonancia entre el momento preciso de anunciarles su pronta muerte. Esa dualidad que le genera decirles tan terrible noticia a sus seres queridos pero a la vez “desconocidos” por tanto tiempo fuera de casa.

Sanguíneo

Esta producción fraco-canadiense de 95 min, es dirigida por  Xavier Dolan, quien a su corta edad (27 años) ha realizado 6 largometrajes. Para esta cinta reclutó actores de gran renombre, con interpretaciones que te envuelven en cada uno de los personajes como el de Vincent Cassel (Antoine), quien te lleva por un cúmulo de rabia y desprecio no sólo consigo mismo sino con sus hermanos, esposa y madre. Las demás actuaciones también son excelsas, pero hemos de reconocer que la realizada por el ex esposo de Monica Bellucci es impactante. El elenco lo complementa Gaspard Ulliel (Louis), Nathalie Baye (Martine, la madre), Marion Cotillard (Catherine) y Léa Seydoux (Suzanne).

Melancolía

No es más que el fin del mundo es una película premiada en diferentes festivales. Para darnos una idea de la gran cinta que es, en la pasada edición del Festival de Cannes, obtuvo el Grand Prix. Y cómo no obtenerlo, no sólo el guion es estridente al igual que las actuaciones, también lo es la fotografía.  En la mayoría de las escenas la iluminación es natural, con pocos destellos de luz, sobre todo en los rostros, resaltando los matices de los personajes y los sentimientos de cada uno de ellos.

Otro de los detalles a resaltar es la música. Un soundtrack que más de uno querrá tener en sus manos o guardado en su iPod. Hay canciones de Blink 182, Jimmy Eat World, Foals, Lost Frecuencies, Moby, Exotica o Camille, entre otros más. Lo espectacular es que las melodías encajan perfecto en cada escena, envolviéndote en ellas totalmente.

Una vez más Dolan lo logró. Hizo una cinta de culto y que los amantes del cine de arte no deben perderse.  Muy al estilo del realizador canadiense, retrató situaciones  que nos unen o separan cada día. Así es No es más que el fin del mundo. El reflejo de muchas familias donde más de uno se verá reflejado.

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