Ford desarrolló un asistente que “monitorea” el -temido- punto ciego del conductor para detectar los vehículos que se acercan por detrás, y, en caso de prever una posibilidad de colisión, moverá ligeramente el volante para así avisar al piloto y evitar una maniobra de cambio de carril peligrosa.

La firma automotriz detalló que cambiar de carril es una maniobra rutinaria, pero incluso los más atentos cometen a veces errores y añadió:

“Muchos son los conductores que en algún momento se han visto sorprendidos por otro vehículo salido ‘de la nada’. Esta tecnología es como tener un par de ojos extra en la parte de atrás de la cabeza, con lo que ayuda a evitar que un fallo de apreciación de décimas de segundo se convierta en algo mucho más serio”.

¿Cómo funciona?

Los sensores de radar de la asistencia en el punto ciego escanean los carriles paralelos para buscar vehículos hasta 28 metros atrás, 20 veces por segundo, mientras que el coche circula a velocidades de entre 65 y 200 kilómetros por hora.

Gracias a la cámara delantera, el sistema monitorea las marcas de la carretera e interviene automáticamente si detecta intención de cambiar de carril y la tecnología calcula que con esta maniobra podría llegar a chocar con otro vehículo.

Ford desarrolla un asistente de punto ciego que “interactúa” con el volante

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