A partir de hoy y hasta abril del 2017, cerca de 2 mil trabajadores venezolanos se quedarán sin empleo, ya que Ford iniciará con una pausa estratégica “para ajustar la producción a la demanda”, informó Lyle Watters, presidente de Ford para la región suramericana.
Hoy en día, la que era considerada como uno de los puntos más importantes automotrices del continente se encuentra mermada por erráticas políticas cambiaria de la malograda nación suramericana.
Inaugurada en 1962, la planta ubicada en Valencia, Venezuela brillaba porque de entre sus “entrañas” se construía el exitoso Falcon y Fairlane; posteriormente era el horno del exitoso Mustang que era el líder en ventas del mercado local.
La eficiencia de la planta de la localización estrategia del país hicieron de ella uno de los puntos más importantes para la fabricación de vehículos para la región, así como una de las grandes exportadoras de vehículos durante la vigencia del acuerdo de libre comercio automotriz vigente entre Colombia, Ecuador y Venezuela a partir de 1992.
Hoy esos años de gloria serán meros recuerdos, sus engranes han sido congelados por unos meses; sin embargo, en términos reales vemos prácticamente imposible que la cortina se vuelva abrir.
