La división de Defensa de General Motors se hizo de un contrato por los próximos ocho años para mover a las tropas en combate, gracias a que presentó un todo terreno liviano como para poder transportarse en un helicóptero UH-60 Blackhawk y compacto para entrar en un CH-47 Chinook.

El todo terreno llamado ISV (Vehículo del Escuadrón de Infantería, por sus siglas en inglés), está basado en la arquitectura de las camionetas medianas de Chevrolet, que en Estados Unidos se denominan Colorado, pero que es la equivalente a la S10 que se comercializa en esta región.

Por ello, a pesar de su aspecto maloso, con cara de pocos amigos, se mueve gracias un motor diésel Duramax de 2.8 litros, que entrega 192 caballos de potencia que se coordina con una transmisión automática de seis velocidades.

De acuerdo con General Motors Defensa, este vehículo cuenta con el 70% de las piezas del modelo de calle.

Para transitar por los terrenos en las peores condiciones, el ISV cuenta con amortiguadores Multimatic y componentes de suspensión desarrollados por Chevrolet Performance, que fueron probados por su equipo especial en más de 16,000 kilómetros de caminos off-road y carreras en el desierto.

Este imparable, es capaz de transportar a nueve soldados: dos en los asientos delanteros, tres en la segunda fila, dos en asientos orientados hacia atrás en una tercera fila y otros dos en asientos de una cuarta fila, detrás del eje trasero.

Su equipamiento puede guardarse en el espacio entre la tercera y cuarta fila, atado a las correas que cuelgan de la jaula antivuelco.

General Motors moverá a las tropas en combate

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