En el corazón mismo del cine fantástico, donde la luz tiembla y lo sobrenatural respira bajo la superficie, una nueva promesa emerge con fuerza: Guillermo del Toro se prepara para reimaginar uno de los relatos más inquietantes y trágicos de la literatura universal. Sin anunciarlo con estridencia, pero con el peso de una declaración que podría redefinir un clásico para las nuevas generaciones, el director mexicano vuelve a invocar la oscuridad, esta vez para vestirla con la elegancia decadente de una ópera maldita.

Desde la penumbra de su estudio, Guillermo del Toro abrió una puerta hacia lo desconocido y reveló su interés por reinterpretar el clásico de ‘El Fantasma de la Ópera’.

Con voz firme y sin margen para lo anecdótico, el director afirmó: “Es una historia tan clásica, pero la haría de forma diferente.”

Esta declaración, lanzada mientras concluye su reciente proyecto ‘Frankenstein’ (2025), resuena como un eco de sus obsesiones artísticas: monstruos, belleza oscura, redención y el poder del horror emocional.

La obra original de Gaston Leroux (1910) narra la historia de un enmascarado que habita los pasillos del Palais Garnier en París, obsesionado con una joven soprano. Esta fábula de amor, traición, soledad y apariencia ha sido adaptada innumerables veces, desde la versión muda de 1925 hasta el musical de Andrew Lloyd Webber (1986).

En ese sentido, el legendario director mexicano y ganador de tres Premios de la Academia, conocido por su capacidad para encontrar humanidad en lo monstruoso, ve en este relato una oportunidad para expandir su universo estético y emocional.

Pero esta futura versión no será simplemente otro remake: el cineasta tapatío insiste en que su visión será distinta. “Tengo un par de ideas, pero por ahora estoy metido en crimen y stop-motion”, añadió.

En una industria deseosa de retomar clásicos, el hecho de que Del Toro proponga un tratamiento reinventado —y no una copia complaciente— despierta expectación y prudencia. Conocido por obras como ‘El Espinazo del Diablo’ (2001) y ‘The Shape Of Water’ (2017), producciones donde su narrativa cruza de lo gótico a lo lírico, todo indica que esta nueva versión será inigualable.

Aunque aún no hay detalles firmados, productora definida ni fecha estimada, los indicios apuntan hacia un proyecto que se plantea como “algo que haría después” —una promesa más que un compromiso inmediato. Hoy, los seguidores del cine de lágrimas y sombras, de belleza inquietante y formas despiadadas, pueden ya imaginar la ópera transformada bajo la óptica de un director que no teme al terror emocional.

De concretarse este proyecto, marcaría un nuevo capítulo en la filmografía del realizador de 61 años: pasar del monstruo clásico al fantasma que susurra en la oscuridad. Una obra con potencial para revisar la obsesión, el amor y el rechazo desde una estética conocida, pero renovada. El escenario está listo, las luces a medio encenderse, y el fantasma parece estar afinando su voz bajo la batuta de un autor capaz de ver lo sublime en lo decadente.

Este anuncio impactante abre más preguntas que certezas, pero sobre todo genera ilusión: ¿Qué nuevas sombras arrojará este fantasma? ¿Qué música callada escucharemos bajo su presencia? Por ahora, la ópera del futuro permanece en espera, y Guillermo del Toro mueve las piezas, consciente de que el espectáculo debe comenzar cuando las máscaras caigan y los monstruos aún tengan algo que decir.

Guillermo del Toro quiere construir una nueva adaptación de ‘El Fantasma de la Ópera’

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