La noticia, adelantada por el periódico italiano Corriere della Sera y confirmada hace algunos días por el portal especializado Automotive News, resonó con fuerza en la industria automotriz: Audi y el Grupo Volkswagen, propietarios del legendario estudio de diseño e ingeniería Italdesign desde 2010, pusieron a la venta la empresa fundada por el maestro Giorgetto Giugiaro en 1968.
Esta decisión, enmarcada en una profunda reestructuración y búsqueda de eficiencia por parte del gigante alemán, plantea interrogantes sobre el futuro de una firma que es sinónimo de innovación y vanguardia estética durante más de medio siglo, y que ha dejado una huella importante tanto en vehículos de producción masiva como en exclusivos superdeportivos.
Fundada en Moncalieri, Turín, como Studi Italiani Realizzazione Prototipi S.p.A., Italdesign nació de la visión de Giorgetto Giugiaro, ya entonces un diseñador de renombre tras su paso por Bertone y Ghia, y el ingeniero Aldo Mantovani. Su propuesta era ofrecer un servicio integral a los fabricantes de automóviles, abarcando desde la concepción estilística hasta el desarrollo de ingeniería, la construcción de prototipos y la asistencia para la industrialización. Esta capacidad para llevar una idea desde el boceto hasta la línea de producción se convirtió en su sello distintivo.

Giugiaro, nombrado Diseñador de Automóviles del Siglo en 1999, imprimió en Italdesign una filosofía de diseño funcional, elegante y a menudo audazmente futurista, pero siempre con un ojo puesto en la viabilidad industrial.
La firma rápidamente ganó prestigio internacional, colaborando con una vasta cartera de clientes que incluía a la mayoría de los grandes fabricantes mundiales. Desde compactos superventas hasta lujosos sedanes, pasando por vehículos comerciales y prototipos que exploraban nuevas fronteras, Italdesign demostró una versatilidad y una capacidad de innovación asombrosas.
En 2010, en un movimiento que buscaba asegurar el talento y la capacidad de diseño para sus múltiples marcas, el Grupo Volkswagen, a través de su filial Audi, adquirió el 90.1% de Italdesign. Giorgetto y su hijo Fabrizio Giugiaro continuaron ligados a la empresa hasta 2015, cuando vendieron sus acciones restantes, marcando el fin de una era familiar, pero, teóricamente, asegurando la continuidad de su legado bajo el paraguas de uno de los mayores conglomerados automotrices del mundo.
Durante este periodo, Italdesign no solo continuó sirviendo a marcas del grupo, sino que también mantuvo su capacidad de trabajar con clientes externos y desarrolló su propia marca de vehículos de producción limitada, Italdesign Automobili Speciali.
La actual decisión de venta surge en un contexto de transformación radical para el Grupo Volkswagen, que invierte masivamente en electrificación y digitalización, mientras busca optimizar costes y estructuras. A pesar de que Italdesign reporta ser una entidad rentable, la estrategia del grupo parece priorizar la consolidación de recursos en sus competencias centrales.
Los Modelos Más Importantes de Italdesign
Volkswagen Golf Mk1 (1974): Quizás el diseño más influyente de Giugiaro, un hatchback compacto, de líneas limpias y angulosas, con tracción delantera y motor transversal. Su éxito fue inmediato y definió el arquetipo del “segmento Golf” durante décadas, salvando a Volkswagen y convirtiéndose en un pilar de la industria. Su diseño inteligente maximizaba el espacio interior y ofrecía una practicidad revolucionaria.
DeLorean DMC-12 (1981): Inmortalizado por la trilogía cinematográfica “Volver al Futuro”, el DMC-12 es un icono cultural. Sus puertas de ala de gaviota y su carrocería de acero inoxidable sin pintar, obra de Italdesign, le conferían un aspecto vanguardista y distintivo. Aunque su producción fue limitada y la empresa tuvo una vida corta, el diseño de Giugiaro aseguró su lugar en la historia del automóvil y la cultura pop.
Lotus Esprit S1 (1976): Otro diseño “en cuña” que definió la estética de los superdeportivos de la época. El Esprit S1, también catapultado a la fama por su aparición como coche submarino en la película de James Bond “La espía que me amó”, combinaba unas líneas afiladas y futuristas con la filosofía de ligereza de Lotus. Su impacto visual y su rendimiento lo convirtieron en un clásico instantáneo.
BMW M1 (1978): El único superdeportivo de motor central de BMW hasta la llegada del i8. Italdesign fue responsable de su espectacular carrocería, baja y ancha, que transmitía potencia y sofisticación. Concebido inicialmente para la competición, su diseño puro y agresivo, combinado con la ingeniería de BMW, lo convirtió en un objeto de deseo y una pieza clave en la historia de la división M de BMW.
Volkswagen Beetle (original): Aunque su diseño original es anterior a Italdesign, es imposible hablar del Grupo Volkswagen sin mencionar el “Escarabajo”. Concebido por Ferdinand Porsche, este vehículo popularizó el automóvil a nivel mundial gracias a su fiabilidad, sencillez y carisma. Sentó las bases de la compañía y se convirtió en un símbolo cultural global.
Audi Quattro (1980): Este modelo revolucionó el mundo de los rallies y cambió la percepción de Audi para siempre. Fue pionero en la introducción de la tracción integral permanente en un coche de producción de altas prestaciones. Su éxito en competición y su innovadora tecnología consolidaron la imagen de Audi como una marca a la vanguardia de la ingeniería (“Vorsprung durch Technik”). Su diseño musculoso y distintivo también contribuyó a su estatus de leyenda.
Porsche 911 (1963 – presente): Un icono atemporal del diseño y la ingeniería automotriz, ahora bajo el paraguas del Grupo Volkswagen. Aunque su diseño fundamental es obra de Ferdinand “Butzi” Porsche y Erwin Komenda, su continua evolución y su silueta inconfundible a lo largo de más de seis décadas representan un hito en la historia del automóvil deportivo. Su motor trasero y su rendimiento excepcional lo mantienen como un referente.
Audi 100 (C1, 1968 / C3, 1982): La primera generación del Audi 100 (C1) fue crucial para establecer a Audi como una marca independiente y moderna tras su adquisición por Volkswagen. Sin embargo, la tercera generación (C3), lanzada en 1982, fue un verdadero punto de inflexión por su aerodinámica récord (Cx de 0.30), que influyó enormemente en el diseño automotriz de la década y subrayó el compromiso de Audi con la eficiencia y la tecnología avanzada, complementando la imagen forjada por el Quattro.
Implicaciones y Futuro Incierto
La puesta en venta de Italdesign por parte del Grupo Volkswagen es un reflejo de las presiones económicas y los cambios estratégicos que vive la industria. Para Volkswagen, representa una oportunidad de liberar capital y simplificar su vasta estructura de marcas y servicios, concentrándose en la costosa transición hacia la movilidad eléctrica y autónoma. Sin embargo, también implica desprenderse de un nombre con un legado y una capacidad creativa considerables.
Para Italdesign, el futuro es incierto. Una venta podría significar una nueva etapa de independencia o la integración en otro grupo automotriz o incluso en una firma de ingeniería o tecnología. Existe la preocupación, especialmente entre los sindicatos italianos, por la posible pérdida de empleos y de una competencia técnica crucial arraigada en la región de Turín, cuna del diseño automotriz italiano. El propio Giorgetto Giugiaro expresó su tristeza ante la noticia, lamentando el posible destino de la empresa que fundó.
La industria observará de cerca quién adquiere Italdesign y con qué visión. El valor de la firma no reside solo en su nombre, sino en su equipo de diseñadores e ingenieros, su experiencia y su capacidad para innovar. En un sector que busca constantemente la diferenciación a través del diseño y la rápida adaptación a nuevas tecnologías, una Italdesign revitalizada y con el respaldo adecuado podría seguir siendo un actor relevante.