Suena sencillo. La idea sería crear un avión eléctrico capaz de aterrizar y despegar en forma vertical en el que estaría participando ex ingenieros de la NASA, Boeing e incluso de Space X. Larry Page ha invertido poco más de $ 100 millones de dólares.

Al parecer Bloomberg habría arruinado la sorpresa al cofundador de Google al revelar que para cristalizar a este auto volador estaría trabajando misteriosamente con dos compañías (Zee.Aero  y Kitty Hawk ) especializadas en tecnología de la era espacial y que incluso los 150 empleados evitan decir su nombre.

“Se sabe que La firma Zee.Aero, ha presentado dos prototipos de vehículos que pone a prueba con regularidad.  La otra compañía se llama Kitty Hawk, y se encarga de desarrollar una especie de drone gigante, de forma alargada y con cuatro hélices para desplazarse” detalló Bloomberg.

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