El presidente de Bosch, Franz Fehrenbach declaró a un medio alemán que los vehículos eléctricos “no son climáticamente neutrales” ya que en sus emisiones de CO2 no se tienen en cuenta las provocada por la fabricación de las baterías.
Sin duda esta declaración creó gran polémica, sobre todo porque su empresa se ha inmerso en varias ocasiones en la electrificación de la industria del automóvil, o bien en movilidad en dos ruedas apoyadas por la electricidad.
El presidente de Bosh considera que la transición hacia la electricidad en industria del automóvil no solo afecta a los fabricantes, sino de igual medida afecta a la cadena de proveedores, de la que Bosch forma parte.
De acuerdo con el dirigente:
“todo el mundo sabe que los coches eléctricos no son climáticamente neutrales”.
Los vehículos eléctricos son tratados por las normativas como ‘cero emisiones’ porque no se tiene en cuenta la generación de la energía que los alimenta ni la consumida para la fabricación de sus baterías.
“En Asia, donde se fabrica una proporción muy elevada de ellas, se genera en su mayoría con centrales eléctricas de carbón”.
Estas declaraciones se unen al sentir del CEO de Polestar Thomas Ingenlath que asegura que los vehículos eléctricos “no son limpios, considerando toda la cadena de producción”, e instó a todos los fabricantes a ser honestos con sus clientes y a decirles la verdad.
Él mismo reconoce que son declaraciones ‘impropias’ para el jefe de una marca de vehículos eléctricos.