En los últimos años, las motocicletas dejaron de ser simplemente un medio de transporte rápido y económico para convertirse en la columna vertebral de un sector en auge: el reparto a domicilio.

Este fenómeno no solo esta transformando la manera en que nos alimentamos, compramos y nos movemos, sino que también abrió un abanico de oportunidades para aquellos que buscan ingresar al mercado laboral o emprender un negocio propio. En México, un país donde el autoempleo juega un papel crucial, las motocicletas se han posicionado como una herramienta esencial para la generación de ingresos.

El auge del reparto a domicilio: El nuevo rostro de la movilidad urbana

En ciudades como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, la congestión vehicular hizo que las motocicletas sean la respuesta perfecta para enfrentar el caos diario. Mientras los autos luchan por avanzar entre los congestionados carriles de tráfico, las motocicletas se abren paso con agilidad, permitiendo a los repartidores cumplir con sus entregas en tiempos reducidos.

Este auge fue especialmente impulsado por el crecimiento de plataformas como Uber Eats, Rappi y Didi Food. Estas aplicaciones han demostrado que la demanda de entregas a domicilio no se limita únicamente a alimentos, sino que se extiende a compras en línea, medicamentos y otros servicios.

Según datos de la AMDA (Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores), en 2021 (último dato que se tiene) se vendieron más de 1.5 millones de motocicletas en México, lo que refleja el auge de este medio de transporte.

Un motor de autoempleo: La libertad sobre dos ruedas

Una de las características que más atrae a las personas a las motocicletas es la posibilidad de generar ingresos de manera independiente. Los motociclistas, al ser parte de plataformas de reparto, disfrutan de la flexibilidad de organizar su tiempo y trabajo según sus necesidades. Este tipo de autoempleo ha ganado terreno principalmente entre los jóvenes y aquellos que buscan un ingreso adicional.

La barrera de entrada es relativamente baja: se necesita una motocicleta, una licencia de conducir adecuada y un teléfono inteligente para acceder a las aplicaciones de reparto. No es necesario contar con una educación formal o una empresa establecida. Esto convierte a las motocicletas en una herramienta ideal para personas que buscan una fuente de ingresos rápida y sin complicaciones.

Un aspecto interesante es que muchas personas que comienzan a trabajar como repartidores en motocicleta, lo hacen como un ingreso extra mientras buscan otro tipo de empleo, pero en muchos casos, este trabajo se convierte en su principal fuente de sustento. Según un informe de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), el número de trabajadores en el sector informal, incluido el reparto de alimentos y productos, ha aumentado en los últimos años.

La motocicleta como socio estratégico en pequeños negocios

Las pequeñas empresas también han encontrado en las motocicletas una oportunidad para expandir su mercado. Desde pizzerías locales hasta farmacias, pasando por tiendas de abarrotes, las empresas han adoptado el uso de motocicletas para agilizar sus entregas y llegar a un público más amplio. En algunas ciudades del país, los repartidores en motocicleta representan hasta el 60% de las entregas de productos de consumo masivo.

Al ser más económicas que los vehículos de cuatro ruedas, las motocicletas ofrecen a los pequeños empresarios una forma accesible de ampliar sus operaciones sin hacer grandes inversiones en infraestructura. Además, las motos son más fáciles de maniobrar en calles estrechas o áreas con mucho tráfico, lo que mejora la eficiencia y tiempos de entrega.

El impacto en la movilidad y en la economía local

Las motocicletas han traído consigo no solo beneficios económicos para los conductores y pequeñas empresas, sino también un impacto positivo en la movilidad urbana. Al reducir la necesidad de vehículos más grandes, se contribuye a disminuir la congestión en las ciudades y a mejorar la circulación en áreas urbanas densamente pobladas.

Sin embargo, también es importante señalar que el crecimiento del uso de motocicletas en el reparto ha traído consigo algunos retos. El aumento del tráfico de motocicletas en las calles plantea cuestiones de seguridad tanto para los conductores como para los peatones. Las autoridades deben implementar regulaciones que garanticen que los motociclistas sigan las normas de tránsito, como el uso del casco y la velocidad adecuada.

Motocicletas: El Motor Secreto de la Economía Informal en México

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