La industria automotriz vive uno de los momentos más decisivos de su historia. La electrificación avanza sin freno, pero ese no es el único frente que inquieta a los fabricantes. La rentabilización de inversiones, la optimización de costos y la presión por generar beneficios en un entorno cambiante están provocando un giro de 180 grados que amenaza con dejar fuera del juego a marcas que durante décadas parecían indestructibles.

Uno de los golpes más mediáticos lo protagoniza Porsche, que atraviesa una crisis financiera que ha reducido más del 95% de sus beneficios. A partir de este dato, el economista Moritz Schularick, presidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel, desató un debate nacional con declaraciones que han sacudido al sector.

“Las marcas alemanas dejarán de existir tal como las conocemos”

Durante una entrevista en el programa de televisión Caren Miosga, Schularick lanzó una afirmación que generó titulares inmediatos. Según él, Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz “probablemente no existirán en su forma actual para finales de la década”, debido al rezago que —a su juicio— enfrenta la industria alemana frente a los cambios globales.

Moritz Schularick, presidente del Instituto de Economía Mundial de Kiel, en un discurso cargado de polémica, afirmó que las principales marcas alemanas dejarán de existir en 2030.

El economista advirtió que la única vía de supervivencia podría ser una “solución Volvo”, es decir: que un gran grupo chino tome el control de estas firmas, tal como ocurrió con la marca sueca hace más de una década.

A esto añadió su preocupación por el avance de China en conducción autónoma, un terreno en el que los fabricantes alemanes, según él, “se sienten estancados”. Para Schularick, Europa discute el presente mientras otros ya construyen el futuro:“Estamos olvidando cuál es la próxima revolución… y volveremos a quedarnos atrás”, sentenció.

La respuesta alemana: “absurdo”, “alarmista” y políticamente sesgado

Las reacciones fueron inmediatas. Hildegard Müller, presidenta de la VDA, calificó estas advertencias como “absurdas”, defendiendo que Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz siguen siendo empresas exitosas. Para ella, el verdadero problema está en la política energética alemana y en los altos costos que enfrenta la industria local.

Por su parte, Cem Özdemir, político del Partido Verde Alemán, rechazó frontalmente la idea de ver a Mercedes-Benz en manos chinas. No obstante, admitió que Alemania debe hacer esfuerzos profundos para garantizar la competitividad del sector.

¿Crisis o narrativa exagerada? El otro lado de la historia

Lejos del tono pesimista, los números recientes muestran un panorama matizado:

  • Mercedes-Benz vive un repunte gracias al nuevo CLA eléctrico, que ha despertado fuerte interés internacional.

  • BMW continúa empujando su ofensiva eléctrica con modelos como el iX3.

  • Volkswagen se prepara para el lanzamiento del ID. Polo en 2026, pieza clave en su estrategia de electrificación accesible.

La discusión, por tanto, no es si la industria alemana desaparecerá, sino qué tan rápido logrará adaptarse a un mercado donde China marca el ritmo tecnológico y comercial.

“¿Se acaba la era alemana? El economista que predice el colapso de VW, BMW y Mercedes”

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