El fabricante tecnológico Xiaomi entró de lleno en la industria automotriz y su estrategia es contundente: estudiar a fondo a su principal rival. Durante su discurso anual en Pekín, Lei Jun, el CEO de la compañía, reveló que Xiaomi adquirió y desarmó tres unidades del Tesla Model Y para analizar su ingeniería y replicar sus puntos fuertes, una práctica común pero que rara vez se admite públicamente.
Lo que realmente sorprendió a la industria no fue el desmontaje, sino las declaraciones de Lei Jun. Lejos de ocultar su admiración, elogió abiertamente al Model Y, calificándolo como un “vehículo muy, muy excepcional”. Incluso llegó al punto de recomendarlo a quienes no estén dispuestos a comprar el SUV eléctrico de Xiaomi. Este gesto inusual y de respeto hacia un competidor ha sido bien recibido y demuestra la confianza de Xiaomi en su propia oferta.
El Xiaomi YU7, el Asalto Frontal al Model Y
Xiaomi desarrolló el YU7, su segundo modelo eléctrico, como un rival directo del Model Y. En su presentación, la marca china no dudó en mostrar comparativas directas, destacando que el aprovechamiento del espacio interior del YU7 es tan eficiente como el del Tesla. Lei Jun también comparó la autonomía y el rendimiento de ambos vehículos, asegurando que el YU7 ofrece un excelente desempeño por un precio más accesible.

El YU7, que se vende en China desde finales de junio, ya demostró ser un éxito comercial. En su lanzamiento, acumuló 289,000 pedidos en tan solo una hora. Este impresionante debut impulsó las acciones de Xiaomi y consolidado su posición en el mercado.
El Éxito del SU7: Más Allá de las Expectativas
El primer vehículo de Xiaomi, el SU7, también logró una hazaña notable. Desde su lanzamiento, superó al Tesla Model 3 en ventas mensuales en China, con más de 258,000 unidades entregadas hasta mayo. Con estos resultados, el objetivo de la compañía es claro: alcanzar la rentabilidad en su división automotriz para la segunda mitad de 2025.
La Práctica del Desmontaje: Una Tradición Oculta
El desmontaje de vehículos de la competencia, conocido como “teardown”, es una práctica ancestral en la industria automotriz. No es una acción exclusiva de Xiaomi o un truco para copiar sin más; es una herramienta de ingeniería inversa para comprender la complejidad, los costos y las soluciones de diseño de un rival.
- Toyota desarmó un Tesla Model Y y sus ingenieros quedaron impresionados por la simplicidad de su fabricación.
- Mercedes-Benz hizo lo propio con varios modelos de Tesla para analizar su tecnología y evaluar si podían aplicar soluciones similares en sus propios vehículos.
- El ex-CEO de Ford, Mark Fields, admitió que la compañía compraba y desarmaba todos los principales vehículos de la competencia, incluyendo el Tesla Model S y Model X.
Ford, Aprendiendo de los chinos
El actual CEO de Ford, Jim Farley, es aún más contundente. Reconoció que en Ford están “volando eléctricos chinos a Detroit para estudiarlos” porque su tecnología a bordo es muy superior. Farley, que condujo un Xiaomi SU7 durante meses, admitió que “no quería dejarlo”, subrayando la calidad y la experiencia del usuario que ofrecen estos nuevos competidores.
Farley llegó a describir el avance de los fabricantes chinos como “lo más humillante que he visto jamás”, destacando su inigualable combinación de bajo costo, alta calidad y rapidez en el desarrollo. Esta realidad ha obligado a Ford a reconsiderar su estrategia, priorizando la competitividad frente a marcas como BYD y Xiaomi con vehículos eléctricos más pequeños y accesibles.
Este panorama demuestra que el juego cambió. Los fabricantes chinos no solo están compitiendo, sino que están marcando la pauta, obligando a los gigantes automotrices tradicionales a adaptarse o arriesgarse a quedar atrás. ¿Crees que la honestidad de Xiaomi y Ford sobre su estrategia de análisis podría cambiar la percepción del público sobre la competencia en la industria automotriz?