Ford esta de manteles largos por su primer centenario de vida en donde los desafíos igualan a sus éxitos. China y su movilidad de cierta forma “entorpeció” la felicidad en su festejo, por supuesto, en los eventos de celebración todo serán risas y mensajes positivos, sin embargo, la realidad dista de esto.
En el marco de la celebración de su centenario en México, Ford Motor Company se encuentra en una encrucijada. Si bien este centenario es motivo de festejo y un recordatorio de su profundo legado en la industrialización del país, también llega en un momento de intensa competencia global, particularmente por parte de los fabricantes de automóviles chinos, lo que obliga a la icónica marca estadounidense a un replanteamiento estratégico fundamental.
El legado de Ford en México es innegable. Desde su llegada en 1925, la compañía ha sido un pilar en el desarrollo de la industria automotriz nacional, estableciendo plantas de producción que han generado empleos y fomentado el crecimiento económico.
La introducción de modelos emblemáticos y la implementación de innovaciones en la manufactura, como la línea de ensamblaje, han dejado una huella indeleble en la historia industrial del país. Este centenario es, sin duda, una oportunidad para celebrar estas contribuciones.
Sin embargo, el panorama actual del sector automotriz es radicalmente diferente al que Ford dominó durante décadas. La feroz competencia de las marcas chinas, con vehículos eléctricos (EVs) y de combustión interna a precios agresivos y con tecnología avanzada, representa uno de los mayores desafíos en la historia de la compañía.
Empresas como BYD, Geely y SAIC están ganando rápidamente cuota de mercado a nivel mundial, incluyendo América Latina, gracias a su agilidad, su control sobre la cadena de suministro de baterías y su capacidad para ofrecer productos atractivos a una fracción del costo.
Ante esta nueva realidad, Ford se ve forzada a revaluar su estrategia. La compañía está inmersa en una profunda transformación que abarca varios frentes clave:
Aceleración de la Electrificación: Ford está invirtiendo miles de millones de dólares en el desarrollo y producción de vehículos eléctricos. Modelos como el Mustang Mach-E y la F-150 Lightning son la punta de lanza de esta ofensiva. No obstante, la rentabilidad en este segmento sigue siendo un desafío, con previsiones de pérdidas significativas en su división de EVs para 2025.

Reducción de Costos y Eficiencia: El CEO de Ford, Jim Farley, ha reconocido públicamente la necesidad de simplificar y hacer más eficientes sus procesos de fabricación para poder competir con los costos de producción de las marcas chinas. Esto incluye el diseño de vehículos más sencillos de ensamblar y la optimización de su arquitectura de producción.
Enfoque en Fortalezas Clave: La estrategia de Ford se centra cada vez más en sus segmentos más rentables y donde su marca tiene un fuerte arraigo, como las camionetas (pick-ups) y los vehículos comerciales. La icónica serie F sigue siendo un pilar fundamental para la compañía.
Desarrollo de Software y Servicios Conectados: Consciente de que el futuro del automóvil no solo está en el hardware, Ford está invirtiendo en el desarrollo de software y servicios conectados para mejorar la experiencia del usuario y generar nuevas fuentes de ingresos.
Así, el centenario de Ford en México es un evento de doble filo. Por un lado, es una merecida celebración de un siglo de historia, innovación y contribuciones al país. Por otro, subraya la urgencia con la que la compañía debe adaptarse a un entorno competitivo que evoluciona a una velocidad sin precedentes.
El legado de Ford le otorga una base sólida y un reconocimiento de marca invaluable, pero su supervivencia y éxito en el próximo siglo dependerán de su capacidad para innovar, competir en costos y convencer a una nueva generación de consumidores que su propuesta de valor sigue siendo relevante frente a las agresivas y ágiles alternativas chinas. El festejo, por tanto, va de la mano con una profunda y necesaria reflexión estratégica.