Instagram resguardó en sus servidores publicaciones como fotos, mensajes y videos que usuarios borraron de sus cuentas personales. Esa información se mantuvo ahí hasta por un año.
En la parte legal de esta red social, en esa información que nadie leemos y simplemente pulsamos el botón de “aceptar”, Instagram advierte que los datos borrados no se borran de inmediato y pueden llegar a estar en sus servidores no más de 90 días.
Esta “falla” en el resguardo de información previamente borrada fue descubierta, comprobada y publicada por el investigador de seguridad informática Saugat Pokharel fue quien se dio cuenta de la retención de información y lo hizo tras descargar su información de Instagram y ver que en el archivo descargado se incluían mensajes y publicaciones que ya había borrado.
Tras el hallazgo, Instagram “premió” a Pokharel con una recompensa de $6,000 dólares como parte del programa de recompensas a personas que encuentren fallos de seguridad en la aplicación.
El error fue localizado por Pokharel desde 2019 e Instagram lo corrigió apenas este mes.