En una de las apuestas por la automatización más contundentes vistas hasta la fecha en el sector logístico, Grupo DHL anunció la firma de un acuerdo estratégico para expandir masivamente su colaboración con Boston Dynamics. El gigante logístico desplegará más de 1,000 unidades adicionales de “Stretch”, el avanzado robot de manipulación de cajas, en sus almacenes de todo el mundo, consolidando una alianza que comenzó a gestarse discretamente en 2018.
Esta decisión no es un mero experimento piloto, sino una declaración de intenciones que posiciona a DHL a la vanguardia de la robótica industrial y redefine el futuro del trabajo en la cadena de suministro global. El objetivo principal es claro y ambicioso: automatizar algunas de las tareas más intensivas, repetitivas y físicamente exigentes de sus operaciones, como la descarga de contenedores y la movilización de paquetería pesada.
Con esta expansión, DHL no solo busca potenciar su eficiencia operativa, sino también mejorar la seguridad y el bienestar de sus empleados. Al delegar el trabajo pesado a los robots, el personal humano puede ser reasignado a roles de mayor valor añadido que requieran supervisión, gestión de la calidad y resolución de problemas complejos, tareas donde la cognición humana sigue siendo insustituible.
Stretch: La Anatomía de un Trabajador Incansable
En el corazón de esta transformación se encuentra Stretch, una maravilla de la ingeniería robótica diseñada por Boston Dynamics, la firma célebre por sus robots virales como el canino Spot y el humanoide Atlas. Sin embargo, a diferencia de sus mediáticos hermanos, Stretch es un pura sangre de la logística, diseñado con un propósito muy específico: conquistar el muelle de carga.
El robot está construido para automatizar la descarga de camiones, tráileres y contenedores, un cuello de botella notorio y un foco de lesiones laborales en la industria. Su diseño es una combinación formidable de velocidad, precisión y fuerza.
Equipado con un ágil brazo robótico de siete grados de libertad y una base móvil omnidireccional del tamaño de un palé, Stretch puede navegar con facilidad en los espacios reducidos de un contenedor.
Su sistema de succión de vacío, montado en el extremo del brazo, le permite tomar y transportar cajas de hasta 23 kilogramos con firmeza. Pero su verdadera magia reside en su sistema de visión computacional de alta precisión. Stretch no necesita programación previa de los códigos de producto (SKU) ni de los tamaños de las cajas. Utilizando cámaras y algoritmos de aprendizaje automático, “ve” y analiza la disposición de los paquetes en tiempo real, decidiendo de forma autónoma cuál tomar a continuación, incluso en pilas desordenadas o si alguna caja se ha caído.
Robots como socios, no como reemplazo
Esta capacidad le permite alcanzar una velocidad de manipulación asombrosa de hasta 700 cajas por hora, manteniendo un rendimiento constante sin importar las condiciones ambientales, ya sea en el calor sofocante de un contenedor en verano o en el frío de un almacén en invierno.
La ampliación de este acuerdo es la culminación de años de colaboración y pruebas en entornos reales. DHL valida la tecnología de Stretch en varias de sus instalaciones en Norteamérica y Europa, confirmando no solo su eficiencia, sino también su impacto positivo en la moral de los empleados al eliminar las tareas más arduas.
Con este despliegue a gran escala, DHL no solo invierte en maquinaria, sino que se consolida como un laboratorio viviente para el futuro de la logística. La implementación de esta flota robótica generará datos operativos invaluables que permitirán a ambas compañías refinar la interacción hombre-máquina y explorar nuevas aplicaciones para Stretch, como la paletización y la clasificación de pedidos.
El mensaje es inequívoco: la era de la logística automatizada a gran escala no es una promesa futura, es una realidad operativa que DHL está construyendo hoy.