El coche eléctrico ya no es el futuro, es el presente. Sin embargo, el verdadero desafío no está en los vehículos de lujo o de gran autonomía, sino en hacer accesible la electromovilidad para todos. En ese terreno, los segmentos A y B —los coches urbanos y compactos— son la clave para transformar la manera en que nos movemos.

Durante el Japan Mobility Show, Mazda dejó clara su intención de jugar en ese tablero con un prototipo que mira de frente al futuro: el Mazda Vision X-Compact Concept.

Un pequeño con gran visión

La marca de Hiroshima presentó este modelo junto a una berlina híbrida enchufable, pero fue el Vision X-Compact el que robó la atención. Este concepto encarna la nueva apuesta de Mazda por un coche eléctrico pequeño, emocional e inteligente, pensado para ser el primer paso de muchos conductores hacia la movilidad eléctrica.

Con apenas 3.82 metros de largo, 1.79 m de ancho y 1.47 m de alto, se posiciona como un claro contendiente dentro del segmento A, donde competirá con futuros modelos como el Renault 5 eléctrico, el Volkswagen ID.2 o las propuestas del grupo Stellantis. Su distancia entre ejes de 2.51 metros promete un espacio interior bien aprovechado y una conducción ágil, ideal para las urbes modernas.

Diseño KODO con alma digital

Mazda vuelve a apoyarse en su aclamada filosofía de diseño KODO – el alma del movimiento, pero ahora fusionada con inteligencia artificial empática.
Según la marca:

“El Vision X-Compact está diseñado para fortalecer el vínculo entre las personas y los vehículos mediante la unión de un modelo digital con sensibilidad humana y una IA empática. Actúa como un compañero cercano, capaz de conversar y sugerir destinos, ampliando el mundo del conductor.”

En otras palabras, Mazda busca que el automóvil no sea solo un medio de transporte, sino un compañero emocional, capaz de entender al conductor y anticipar sus necesidades. Un paso más allá del concepto tradicional de coche urbano.

Más allá del concepto

Aunque Mazda no ha confirmado si el Vision X-Compact llegará a producción, todo apunta a que el camino está trazado. El segmento urbano eléctrico es el más lógico para iniciar la transición energética, pues permite emplear baterías de menor capacidad, más ligeras y económicas, sin sacrificar la autonomía suficiente para el día a día en la ciudad.

Por ahora, la oferta eléctrica de Mazda se concentra en modelos como el Mazda6e y el próximo CX-6e, ambos frutos de la colaboración con Changan, uno de los fabricantes estatales chinos más relevantes. Esta alianza deja claro que Mazda busca acelerar su electrificación apoyándose en la experiencia tecnológica de China.

Si el Vision X-Compact llega a las calles, sería la pieza que complete la gama eléctrica de Mazda desde la base, acercando la movilidad limpia a más conductores y reforzando su visión: coches con alma, ahora también con inteligencia.

Mazda Vision X-Compact: inteligencia, emoción y diseño en formato mini

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