Nissan y Honda podrían unir fuerzas en Estados Unidos para hacer frente a los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump a los vehículos importados desde Japón.
El anuncio fue hecho por Iván Espinosa, consejero delegado de Nissan, en una entrevista con el medio japonés Nikkei, donde confirmó que ambas compañías analizan una posible colaboración estratégica ante el nuevo panorama del mercado norteamericano.
Aunque no se trata de una fusión ni de un acuerdo de capital, Nissan estaría abierta a fabricar modelos de Honda en sus plantas estadounidenses como parte de un esfuerzo conjunto para mantener la competitividad y reducir costos logísticos y fiscales.
La medida cobra relevancia en un momento en que los aranceles estadounidenses a los autos japoneses amenazan con encarecer los precios y afectar la rentabilidad de ambos fabricantes.
Tanto Nissan como Honda ya mantienen alianzas técnicas en electrificación y desarrollo sostenible, por lo que esta cooperación representaría una extensión natural de su relación industrial.
Espinosa subrayó que la compañía busca “formas inteligentes de adaptarse a la nueva realidad comercial”, asegurando que el diálogo con Honda refleja la necesidad de fortalecer la industria japonesa dentro del mayor mercado automotriz del mundo.
Aunque no hay detalles concretos sobre los plazos o la magnitud del acuerdo, la posibilidad de compartir infraestructura y capacidad productiva podría marcar un nuevo capítulo de cooperación entre dos gigantes tradicionales del automóvil.

























































