Los esfuerzos de las empresas automotrices en materia de movilidad libre de combustibles fósiles son impactantes; sin embargo, no todas apuestan por este rumbo, o al menos, no en los mismos tiempos.

Ferrari hizo un guiño muy importante en este tipo de movilidad con el ya fabricado en serie, Ferrari SF90 Stradale y lo hizo por delante de sus rivales Mclaren o Lamborghini, sin embargo, parece ser que el cavallino rampante no tendrá un impresionante despliegue de miembros electrificados en su pisto de venta, o al menos, no por ahora.

Lo anterior fue informado por el propio CEO de la Ferrari, Louis Camilleri, que durante una conferencia telefónica con inversores y accionistas de la firma aseguró:

“Mi sensación al decir que Ferrari será una marca cien por cien eléctrica, es llevar mucho las cosas al extremo. No veo a Ferrari como una marca de coches cien por cien eléctricos. Y, ciertamente, ni siquiera creo que yo llegue a verla ni al 50 por ciento”.

Estos comentarios, sin embargo, no significan que Ferrari no vaya a seguir implementando tecnología eléctrica de la mano de la hibridación en sus famosos deportivos, si la empresa quiere seguir vigente, tiene que echar mano de esta tecnología para cumplir con las normas ambientales europeas y americanas principalmente, que son las más rigurosas.

Este camino de Ferrari contrasta con la de otros fabricantes de deportivos que sí que han visto oportuno lanzarse a electrificar sus vehículos, como Lotus con el Evija y demás deportivos que están por lanzar.

La postura del CEO de la marca italiana va acorde con la reciente declaración de Enrico Galliera, jefe comercial de Ferrari en una entrevista a medios británicos en donde vaticinó:

“Creemos firmemente que la electricidad por baterías aún no está lo suficientemente desarrollada para satisfacer las necesidades de un superdeportivo. Al menos durante los próximos cinco años no creemos que la tecnología pueda satisfacer las necesidades de un Ferrari”

“No veo a Ferrari como una marca 100% eléctrica”

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