En un país donde cada venta de automóvil refleja no solo una elección de movilidad, sino también un voto de confianza hacia una marca, Toyota México cerró agosto con paso firme.
Esto no es percepción, son números: 9,755 unidades colocadas en el mes, 80,486 en lo que va del año, y un 8.4% de participación de mercado que confirma su lugar en el tablero de los grandes jugadores.
La fórmula no es nueva, pero sí efectiva: confiabilidad, durabilidad y una dosis de emoción en cada vehículo. A ello se suma una visión clara hacia la sustentabilidad, un tema que ya no admite espera. Por eso, de cada cien Toyotas vendidos en agosto, 33 fueron híbridos. 3,262 unidades que reafirman un liderazgo indiscutible en esta categoría en México.
Los números tienen nombres propios: RAV4, Hilux, Avanza, Raize y Tacoma. Juntos, representan más de la mitad de las ventas de la marca en agosto. Son los caballos de batalla que sostienen, mes a mes, la preferencia del consumidor.
Pero Toyota no se conforma con lo tradicional. El futuro también se juega en lo digital. Una de cada cuatro unidades ya se vende en línea, y el programa Toyota Comonuevos firmó su mejor agosto en la historia con más de mil vehículos certificados entregados.
Guillermo Díaz, presidente de Toyota Motor Sales y Lexus de México, lo resumió con claridad: los resultados no son casualidad, sino el fruto de la confianza de los clientes y de la estrategia bien ejecutada de la marca.
Porque, al final, más allá de las cifras, lo que está en juego es la relación diaria con quienes ponen sus manos en un volante y deciden confiar en tres óvalos rojos sobre fondo blanco. Y en ese terreno, Toyota sigue siendo, en México, sinónimo de certeza.