Esta subespecie se levanta como una raza dominante, para ellos -al igual que para sus patrones- no hay señalización vial o semáforo que cuente. En aras de la seguridad, son capaces de estacionarse sobre cualquier banqueta. ¿Rampa para discapacitados, qué es eso para ellos? En tráfico es momento de encender las torretas y tocar el claxon -estilo policía, que dicho sea de paso está prohibido copiar el “look oficial”- el patrón tiene que llegar a tiempo, ellos no son simples mortales.
Al parecer esta constante que vivimos los capitalinos está a punto de contenerse ya que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera presentó el nuevo reglamento de la Ley de Seguridad Privada de la capital para la regulación de empresas que brindan el servicio de escolta, que tiene la finalidad de abonar a la seguridad ciudadana.
De acuerdo con el censo que expuso el Gobierno de la Ciudad de México, esta subespecie de “guarros” (seguridad privada) ha crecido en la última década un 17 por ciento, con más de 73 mil elementos registrados por más de 500 empresas.
Sin embargo, en los últimos meses esta forma de ganar seguridad de muchos particulares ha estado en la mira debido a diversos casos de excesos más allá de sus funciones, incluso agrediendo a elementos de la policía.
Es por ello que las autoridades de la Ciudad de México, a través de Hiram Almeida, titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), han lanzado una nueva regulación para los escoltas, que ahora deberán estar integrados a un patrón único y contar con una credencial expedida por la SSP.
Además, los vehículos en los que viajan estos elementos de seguridad privada deberán estar debidamente rotulados y con placas especiales expedidas por la SSP. Se espera que en no más de un mes los escoltas y sus vehículos estén plenamente identificados.
A decir de las autoridades, estas medidas se toman en conjunto con organismos y agrupaciones de cuerpos de seguridad privada, con el fin de homologar criterios y limitar a las empresas que operan de manera totalmente ilegal y con elementos con capacitación nula, además de evitar que sigan operando en el vacío legal.
Se espera que el padrón eventualmente se integre de manera nacional por todas las entidades, a modo que un guardia acusado de un delito en un estado no pueda enrolarse en otra entidad. También se espera un consenso para con las credenciales certificadas, aunque de momento sólo la Ciudad de México emitirá placas para los vehículos de escoltas.
¿Les creemos?
