Belleza, diversión, glamour e infinitas cascadas de sonrisas y buenos momentos son la constante en prácticamente todo Instagram. ¿pero qué parte de esto es real?

Nadie sube una foto pidiendo dinero prestado, llorando por una infidelidad o en la fila de la oficina de desempleo… al menos, nosotros no lo hemos visto.

Reino Unido da el primer paso de lo que se anticipa una complicada carrera por terminar esta exagerada perfección, al menos en lo que apariencia se refiere. La Advertising Standards Authority (ASA), el organismo de autocontrol publicitario británico emitió una ley en la que prohíbe a los ‘influencers’ contratados por las compañías de cosméticos utilizar filtros para “exagerar las imágenes”.

Esta normativa no prohíbe a estos ‘influencers’ subir estas imágenes con filtro a sus perfiles, sino a las marcas repostear esta “publicidad engañosa”. En caso de infringirlo, el organismo advierte a la marca de que debe retirarlo.

Lo más interesante de esta iniciativa fue motivada gracias a Sasha Pallari usuaria de redes sociales que se dijo harta de que en (sus propias palabras):

“Algunos influencers aplicaran tantos filtros para borrar poros, arrugas y cualquier vestigio de humanidad”.

Ante esto Sasha Pallari alzó la voz a través de un movimiento denominado #filterdrop (quita los filtros) advirtiendo a otros usuarios del engaño, señaló a los influencers que los usan poco menos que como estafadores y a las marcas por permitir que otros engañen en su nombre.

Una gran mentira -aseguró- que genera una presión enorme entre adolescentes incapaces de sentirse a gusto con su piel o con su aspecto porque sus estándares son irreales.

Pero Sasha Pallari no está sola.

En 2006 la marca Dove lanzó la campaña ‘Evolution’, en el que se abordaba la manipulación de las fotos en la publicidad. Ahora años después renovó el mensaje, adecuándolo a la penetración de las redes sociales y bajo los conceptos #SinDistorsiónDigital y #TransformemosLaBelleza, lanzó la comunicación “Que hay detrás de una selfie” con el que quiere enfatizar la importancia de no distorsionar las imágenes.

Dove asegura estar preocupado con una encuesta que realizó y en la que descubrió que el 69% de las niñas intentan cambiar u ocultar al menos una parte de su cuerpo cuando se va a hacer una foto para sus redes sociales. La cara, el cabello, la piel y los labios son las partes del cuerpo que las jóvenes editan más.

Nosotros te recomendamos que te aceptes, que sepas que eres un ser único e irrepetible.

Conócete, se consciente de que cualquier ser vivo esta están integrado por defectos, virtudes, fortalezas y debilidades y que cada uno de estos aspectos te definen.

Las segundas copias normalmente no son buenas, así que deja de copiar

Reino Unido prohíbe los filtros de belleza a los ‘influencers’ en Instagram

COMPARTIR