KIA, BMW, Mercedes Benz, Honda, Hyundai, General Motors, y Stellantis llegaron a un acuerdo, que podríamos calificar sin precedentes, en el que aprovechará fondos públicos y privados para desarrollar una red de recarga eléctrica de alta potencia en Norteamérica (Estados Unidos y Canadá) con el objetivo de acelerar la transición a la movilidad eléctrica.

De acuerdo con datos del U.S. Department of Energy, en Estados Unidos actualmente existen 32,000 puntos de carga rápida de acceso público para 2.3 millones de vehículos eléctricos, una proporción de 72 vehículos por cargador.

Sin embargo, aun y cuando es cifra es alentadora, el National Renewable Energy Laboratory (laboratorio nacional de energías renovables de Estados Unidos), calcula que se necesitarán 182,000 cargadores rápidos de corriente continua para dar servicio a los 42 millones de vehículos enchufables que, según las estimaciones, circularán por sus carreteras en 2030. En ese año también se espera que las ventas anuales de vehículos eléctricos superen el 50% de las ventas totales del país.

El objetivo de esta alianza conformada por siete grandes grupos automotrices es instalar al menos 30,000 puntos de recarga, siendo el 2024 el arranque de las primeras estaciones con conectores CCS y NACS, este último, el estándar de carga en Norteamérica que, sin ir más lejos, Tesla utiliza en sus coches desde 2012.

Algo muy importante a destacar, es que estas estaciones de recarga únicamente proveerán energía generada a partir de sistemas amigables con el medio ambiente.

Otro de los objetivos es que estas nuevas estaciones ofrezcan comodidades y facilidades de recarga a los usuarios, que estén situadas en lugares de acceso cómodo y ofrezcan servicios complementarios como aseos, locales de restauración y tiendas en las proximidades o en las mismas instalaciones.

Además, también estará disponible la tecnología Plug & Charge, que hace posible la operación de recarga de forma completamente automatizada, pues el proceso se reduciría a enchufar el coche a la red, comenzar la carga y desenchufar al concluir la operación, olvidándose de las tarjetas o las aplicaciones móviles para hacer el pago, pues el gasto se cargará directamente en la cuenta o tarjeta que ya esté dada de alta en el sistema.

Siete firmas automotrices se unen para crear la mayor red de carga rápida en Norteamérica

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