La electrificación automotriz acaba de dar un paso clave. Toyota y Sumitomo Metal Mining, anunciaron una alianza estratégica para desarrollar y producir en masa materiales catódicos que serán utilizados en baterías de estado sólido, una de las tecnologías más prometedoras para la próxima generación de vehículos 100% eléctricos (BEV).
Una tecnología que puede cambiar las reglas del juego
Las baterías de estado sólido no son una evolución menor: representan un salto cualitativo frente a las baterías de ion-litio convencionales. A diferencia de estas últimas —que utilizan un electrolito líquido—, las de estado sólido incorporan un electrolito sólido que permite:
- Mayor densidad energética (más energía en menos espacio).
- Vida útil más larga.
- Potencia superior y tiempos de carga más cortos.
Para el conductor, esto significa vehículos con mayor autonomía, recargas en menos tiempo y un desempeño más eficiente.
Toyota planea introducir sus primeros modelos con baterías de estado sólido entre 2027 y 2028, en mercados donde la infraestructura de carga y las condiciones de uso permitan aprovechar al máximo esta tecnología. Este avance forma parte de su estrategia “Multipathway”, que combina diferentes soluciones tecnológicas para acelerar la transición hacia la movilidad cero emisiones.

Colaboración para producir en masa
Para lograrlo, Toyota trabajará de la mano con Sumitomo, una de las empresas líderes en materiales para baterías. Juntas buscarán:
- Mejorar el rendimiento y la seguridad de los materiales catódicos.
- Garantizar altos estándares de calidad.
- Reducir costos de producción a gran escala para hacer esta tecnología viable comercialmente.
Este paso no es menor: dominar la producción masiva de baterías de estado sólido podría dar a Toyota una ventaja clave frente a otros fabricantes, abriendo la puerta a una nueva generación de autos eléctricos más accesibles, potentes y duraderos.
Un impulso hacia la neutralidad de carbono
Además de la innovación tecnológica, el acuerdo refuerza el compromiso de ambas compañías con un objetivo global: alcanzar una movilidad más limpia y sostenible. Si la estrategia avanza como se espera, Toyota podría ser una de las primeras marcas en ofrecer esta tecnología al público general, acelerando la adopción de vehículos eléctricos y contribuyendo a reducir la huella de carbono del transporte.

Así, Toyota y Sumitomo están preparando el terreno para que, en pocos años, los autos eléctricos no solo sean más comunes… sino también mucho mejores.
¿La clave? Baterías de estado sólido: más energía, más autonomía, menos tiempo de carga y una producción más eficiente.
Toyota y Sumitomo apuestan por las baterías de estado sólido: una nueva era para los autos eléctricos


























































