Para Uber, la cura más viable al problema de la saturación vial es por medio de autos voladores, una medida que lleva barajeando desde unos años, pero que ahora cobra más fuerza gracias al anuncio de un convenio con la NASA para materializar este “sueño”.
El servicio de transporte presentó el bosquejo de una elegante y futurista máquina que espera comenzar a utilizar en vuelos de demostración en 2020 y poner en marcha para 2028.
Sin embargo, como lo reconoce la propia empresa de transporte, los retos que enfrenta un transporte aéreo aún son muchos, incluida la certificación del nuevo vehículo por parte de las autoridades, la capacitación de pilotos y la concepción de sistemas de gestión del tránsito aéreo urbano.
La propuesta de transporte aéreo, que funciona con batería, parece una mezcla entre un avión pequeño y un helicóptero, con alas y rotores fijos. El vehículo está destinado a evitar la congestión vehicular y reducir drásticamente los tiempos de traslado. Uber planea que este servicio le cueste menos a los viajeros que usar su propio automóvil.