11 de la mañana en punto y la sala siete de la Cineteca Nacional está prácticamente llena. En las butacas se ve gente con caras tensas, sudorosas; unos se llevan las manos a la boca en símbolo de incertidumbre, otros más, esbozan una sonrisa nerviosa y se ven ansiosos, ¿la razón? La proyección de una de las películas más controversiales de los últimos años, Voraz (Raw).

En la pasada edición del Festival de Cannes se proyectó la ópera prima de la francesa Julia Ducournau, Raw, una película franco-belga que obtuvo el Premio FIPRESCI (La Federación Internacional de la Prensa Cinematográfica). Desde aquel momento causó grandes opiniones entre la crítica y llamó la atención, sin embargo, fue hasta el festival de Toronto cuando se convirtió en noticia mundial. Durante una de sus proyecciones se reportó que dos personas se desmayaron debido a las escenas tan impactantes. Desde ese momento Voraz no dejó de estar en la cabeza de quienes aman el cine de horror.

La cinta aborda diferentes temáticas y se convierte en un relato coming of age y cine gore. Pasa por diferentes momentos donde observamos cómo los humanos y la sociedad podemos ser tan aterradores. Desde criticar a los demás por no tener los mismos pensamientos o creencias, hasta ocultar nuestra verdadera personalidad por el miedo a ser rechazados.

En algún momento un psiquiatra dijo que todas las personas estamos en una delgada línea, que si la cruzamos nos podríamos convertir en asesinos y que sólo falta un motivo para detonarla y sacar lo más aterrador de nuestro ser. Sea cierto o no, a Justine, la protagonista de Voraz, le sucede algo similar, y es en ese momento donde descubre de lo que es capaz. La narrativa se centra cuando ella llega a la universidad para estudiar la carrera de veterinario (profesión que es tradición en su familia). Al llegar al instituto, en el cual su hermana lleva más de un año, Justine realiza diferentes ritos de iniciación por ser de nuevo ingreso, y es en uno de ellos donde inicia la pesadilla para ella. Tiene que comer un hígado crudo de conejo, la cosa más repugnante, pues toda su vida ha sido vegetariana. Desde ese instante comienza un macabro y sangriento sufrimiento para la protagonista; deja de lado su personalidad sosa y pasiva. Trata de enfocarse a sus principios pero la ansiedad por saciar sus más bajos instintos se apoderan de ella hasta desequilibrarla mentalmente. De tener el sabor de la carne en su paladar, ya sea en sentido literal, figurado, metafórico, evidente y oculto. Todo en uno.

La cinta es excepcional. No falla en ningún ámbito. Desde el inicio el ritmo te atrapa y te seduce conforme avanza. Las escenas podrían ser predecibles por la música, además de que los actores determinan cierto patrón, sin embargo, eso no sucede, la directora maneja muy bien la tensión para enrolarte de principio a fin. La fotografía se disfruta en todo momento, maneja colores fuertes como el rojo y el negro.

El entorno tiene ese gris que provoca, en ocasiones, cierta tristeza y desolación. Los planos hacen que el espectador centre toda su atención en la cinta y no te distraen al observar otros elementos. Juega en todo momento con la figura humana; la piel, el cuerpo y sus formas. Logra su cometido al provocar náuseas en algunas escenas sin tener que llegar a lo grotesco. Aborda el tema del canibalismo, el cual se ha convertido en tabú en nuestros tiempos, de forma impecable, porque no retrata este tipo de prácticas con tribus, ella lo maneja en un sentido más palpable. Pero por si fuera poco, como cierre de la historia tenemos un final mítico e insuperable, que con tres frases y tres imágenes, explica toda la película y te deja estupefacto.

El estreno de esta cinta en México fue el 13 de abril, y desde que se anunció su llegada a nuestro país, sumó fanáticos y detractores. Muchos mueren por verla y comprobar si es uno de los mejores filmes de horror de los últimos tiempos. Hay que resaltar que no es una cinta de terror, y a diferencia del cine hollywoodense o el independiente de canibalismo, no es tan fuerte en cuanto a mutilaciones, derroche de sangre y escenas crudas con cerebros fuera de los cráneos. Es sobre todo, una película arriesgada y sutil.

Ficha técnica

Título Original:  RAW

Director: Julia Ducournau

Elenco: Garance Marillier, Rabah Nait Oufella, Ella Rumpf

Fotografía: Ruben Impens

Música: Jim Williams

Género: Horror

Duración: 99 Minutos.

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