Así es el proceso de pintura del Porsche 911 Turbo S Exclusive

Cuando pensábamos que por el momento no existía un Porsche más perfecto que el emblemático 911, la marca nos demuestra que aún pueden subir un peldaño. Hace unas semanas reseñábamos las cualidades mecánicas y estéticas del Porsche 911 Turbo S Exclusive Series, una edición limitada a 500 modelos.

Para ser reconocido a kilómetros y no ser confundido como un 911 “cualquiera”, el 911 Turbo S Exclusive está pintado de color Amarillo Oro Metalizado con piezas de fibra de carbón expuestas como el toldo, capó, dos tiras que lo cruzan longitudinalmente y rines exclusivos de 20 pulgadas con dos salidas de escape dobles y el alerón Turbo Aerokit.

Y como era de imaginarse el proceso de pintura no tiene nada de convencional. En este vídeo se puede ver el lugar de nacimiento de una de las 500 unidades y cómo se aplica con sumo esmero la exclusiva pintura ‘Amarillo Oro Metalizado’ sobre la carrocería de algún afortunado. Aunque los robots hacen casi todo el trabajo, aún se necesita la mano de obra humana para comprobar que la superficie queda perfecta.

Mecánicamente al 911 Turbo S Exclusive se le aumentaron 27 hp al de por sí potente Turbo S para alcanzar la excepcional cifra de 607 hp. Para distinguirlo de los demás, se termina a mano en el taller Exclusive Manufaktur en Zuffenhausen. Este taller se especializa en la personalización de cada vehículo de la marca y cumplir los deseos de los clientes más exigentes.

Con un motor 3.8 de seis cilindros opuestos tipo bóxer, acelera de 0 a 100 km/h en 2.9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 330 km/h. De serie incluye frenos carbonocerámicos (PCCB), suspensión activa (PASM) y el paquete Sport Chrono. Tiene dirección en el eje trasero y el dinámico chasís PDCC para mejorar su comportamiento a cualquier velocidad.

COMPARTIR