Todos hemos pasado por esto, el día del festejo todo es alegría y camaradería, pero… ¿qué sucedes después de que los invitados se van? En el caso de un maratón es lo mismo, después de exigirle a nuestro cuerpo ese “esfuerzo de más” esto es lo que tiene qué hacer.

Tu esfuerzo se vio materializado con una medalla. Es normal que al día siguiente haya dolor en las piernas, tobillos, plantas e incluso dedos de los pies, por lo que debe de consentir a su cuerpo con descanso o actividades de bajo impacto como el Yoga y estiramientos suaves.

El 70% de nuestra recuperación se va a dar gracias a una correcta alimentación. Tu prioridad debe de ser la correcta hidratación y aumentar la ingesta de proteínas y carbohidratos dentro de los siguientes 60 minutos posteriores a la finalización del ejercicio para reponernos del esfuerzo.

El tiempo cura todo, dale la oportunidad a su cuerpo de demostrarle -seguramente una vez más- la increíble capacidad que tiene para cuidar de sí mismo. Descansar después de un duro entrenamiento permite que el proceso de reparación suceda de forma natural.

Un consejo para que te duelan menos las piernas es tomar un antiácido efervescente para contrarrestar el exceso de ácido láctico, que se produce en tu cuerpo cuando se hace ejercicio.  El bicarbonato del antiácido modifica el PH y combate la acidez, con ello el dolor disminuye.

Las reservas de glucógeno se tardan en recuperar un día o dos, durante ese tiempo debes comer más carbohidratos y después volver a tu dieta normal. Los alimentos que más te ayudan a recuperar el glucógeno es la pasta, papa, arroz, tortilla, frijol y las frutas.

Finalmente, y en caso de contar con el equipo necesario, algunos atletas recomiendan la sumersión en hielo o bien los baños de contraste (alternando agua fría durante 30 segundos y caliente durante 2 minutos, repitiendo está operación cuatro veces como mínimo) para ayudar a recuperarse más rápidamente, reducir el dolor muscular y previene lesiones.

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