Rusia quiere humillar a la limusina presidencial ‘La Bestia’

El pavo real macho utiliza sus plumas para atraer a la hembra y si pensamos que por ser la “especie evolucionada” tenemos patrones de comportamiento distintos, estamos equivocados. Y para muestra la limusina que llevó a Vladímir Putin a la ceremonia de posesión para su cuarto periodo como presidente de Rusia, la cual busca humillar a “La Bestia” de su homólogo estadounidense, Donald Trump.

En la última década, en Rusia han proliferado como en ningún otro país, los llamados “nuevos ricos” que no dudan ni un segundo en mostrar al mundo que tienen todos los recursos para ser dueños de no sólo los vehículos más caros del mundo, sino además las modificaciones resultan tan radicales que en más de una ocasión han sino noticia.

En este tenor, su presidente mostró una mega limusina hecha a medida que pretende convertir en simples utilitarios a modelos como el Rolls-Royce Phantom o el Bentley Mulsanne, pero sobre todo, pretende humillar a la nueva súper limusina que acaba de encargar Donald Trump a Cadillac.

Como es de esperarse, sus características mecánicas, tecnológicas y de blindaje son clasificación Top Secret, sin embargo, sabemos que bajo el cofre guarda celosamente un motor 6.0, V12, sobrealimentado para lograr una potencia final de 850 caballos de potencia. Los medios lo han bautizado como “Tsar-engine”, imitando la nomenclatura de la “Tsar-bomb”, el mayor dispositivo nuclear jamás detonado por la URSS.

La punta de lanza para una industria automotriz rusa 

Lo interesante de esta mega limusina es que tiene como objetivo no sólo trasladar de forma segura al mandatario, sino que además es la punta de lanza para crear una industria automotriz rusa que desarrolle vehículos en todas las categorías.

Rusia quiere humillar a la limusina presidencial ‘La Bestia’

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