El tema de los biocombustibles ha generado opiniones encontradas entre los protagonistas de la movilidad. Por un lado, Toyota, Porsche, Mazda e incluso la Fórmula 1 apuestan por su efectividad e incluso invierten grandes cantidades de dinero para masificación, sin embargo, no todos piensan igual. Mercedes piensa que la puesta de operación de los biocombustibles no es factible, al menos no, para sus vehículos.

Debemos de decirlo que no por pertenecer a misma nacionalidad deben tener la misma opinión, sin embargo, si nos fijamos detalladamente a lo largo de la historia las firmas automotrices han marchado al mismo ritmo, claro diferenciándose entre sí, por la visión propia de cada una.

Honor a quien honor merece…

Porsche destaca que no electrificará toda su gama, dejando algunos productos alimentados por biocombustibles, el 911 por ejemplo, que tendrá vida mucho más allá del 2035 conservando el glorioso motor a combustión que lo impulsa.

BMW y Audi se encuentran en medio y al igual que Porsche piensan que no necesariamente la electrificación tiene que ser la única tecnología que domine la movilidad e incluso tiene un área dedicada a que los biocombustibles sean prácticos para su puesta en marcha de forma comercial.

Mercedes-Benz, en cambio, se adelantó a decidir que toda su oferta de vehículos será únicamente eléctrica ya desde 2030.

Otra variante más en la ecuación…

Y como si faltara otro elemento de dramatismo para dar a conocer una opinión clara que facilite decidir si la electrificación o los biocombustibles deben de ser la tecnología dominante, el ministro de Economía del estado de Baviera, Hubert Aiwanger, expresó su preocupación por los 13 millones de habitantes que viven en el segundo estado más grande de Alemania, en el que tienen grandes inversiones compañías de la industria automotriz como BMW y Audi.

Ministro de Economía del estado de Baviera, Hubert Aiwanger

“No queremos que Baviera sea el segundo Detroit”, aseguró, intentando representar la cantidad de mano de obra desocupada que quedó en la antigua capital del motor norteamericana, y que hoy es una de las ciudades con mayor cantidad de casas desocupadas del Estados Unidos.

En este sentido, la preocupación de BMW es acerca de qué pasara con los vehículos que ruedan actualmente y que no son electrificados. Seguirán contaminando sino se encuentra un combustible adecuado y quizá la ecuación de coches libres de combustibles fósiles no podrán equilibrar la balanza hacia un futuro descarbonizado.

Audi piensa igual que BMW

Coincidentemente con la postura de BMW, el otro gran fabricante de autos del mismo estado de Baviera tomó una posición similar.

Markus Duesmann, CEO de Audi

Markus Duesmann, CEO de Audi, precisó el pasado 28 de abril en una conferencia de sustentabilidad llamada “Better Future” que “los combustibles sintéticos tienen un papel importante que desempeñar, sobre todo para conseguir que la flota actual de vehículos con motores de combustión interna sea neutra en carbono.

Estos e-fuels son también la única tecnología de descarbonización que conocemos para el transporte aéreo y marítimo”, señaló el ejecutivo de mayor rango de la marca del Grupo Volkswagen.

En contra parte, Olla Källenius, CEO de Mercedes-Benz, defiende que las ventajas de los vehículos eléctricos en la eficiencia energética, “son sensacionalmente buenas” además de terminar con las emisiones de escape, algo que “los vehículos de combustible sintético no pueden igualar”.

Y subrayó:

“El automóvil eléctrico es todavía una tecnología joven en comparación con el motor de combustión y tiene un gran potencial de progreso. El motor eléctrico superará al motor de combustión interna en términos de rendimiento antes de finales de esta década”.

Un enfrentamiento más por los biocombustibles. Mercedes dice que no, mientras que BMW, Porsche y Audi apuestan por él

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