Sabemos que este título suena a blasfemia; sin embargo, a pesar de que Aston Martin es responsable de fabricar los deportivos más emblemáticos de la industria automotriz, sale de su zona de confort y sube al siguiente peldaño, al de los hiperdeportivo con Valkyrie.

Aston Martin Valkyrie tiene la misión de competir con un hiperdeportivos (lo decimos de nuevo) como McLaren P1, Porsche 918 Spyder y el Ferrari LaFerrari. Para esta misión que se mira complicada se alió con Red Bull Advanced Technologies y AF Racing.

La carta de presentación de Valkyrie comienza con chasis monocasco de fibra de carbono el cual presume nos solo ser ligero y aerodinámico; sino también luce espectacular y si miras con detenimiento podrás darte cuenta que carece de espejos retrovisores, en su lugar la marca incluyó un par de pantallas al interior de la cabina que proyecta lo que captan dos pequeñas cámaras instaladas al exterior.

En cuanto al confort es prácticamente inexistente, no es su objetivo. Los asientos son creados a medida de cada usuario, los elementos superfluos son mínimos, como las superficies revestidas y su volante es el de un coche de competición, con la instrumentación integrada en una pantalla OLED, destacando también la pantalla de la consola central en el diseño de este espartano interior.

Sin ser un dato oficial de la marca, se presume que el motor será un V12 atmosférico de 6.5 litros puesto a punto por Cosworth, empleando además un conjunto eléctrico para crear un híbrido que superará la barrera de los 1,000 caballos de potencia.

Finalmente, Aston Martin sólo producirá 150 unidades del Valkyrie, con un precio aún no anunciado.

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