Principalmente en Estados Unidos existe una simbiosis entre la mayoría de los fabricantes de automóviles y el mercado de aftermarket. Sin embargo, a los consumidores estadounidenses en donde la personalización es casi una religión, Dodge les tiene una mala noticia.

Tal parecer que, en esta nueva era electrificada, Dodge no quiere nadie modifique el código de sus eléctricos si no recibe una autorización expresa por su parte, o al menos, reportes así lo indican.

En un motor a combustión, las mejoras son relativamente sencillas, siempre y cuando se cuente con conocimientos en mecánica. Todo es susceptible de ser modificado: chasis, suspensión, motor o frenos, sin embargo, con los motores eléctricos, el trabajo resulta más especializado.

Los vehículos eléctricos necesitan de una mayor especialización

Con los vehículos eléctricos no sólo hay que saber configurar sistemas mecánicos, también es necesario contar con conocimientos en informática. Alterar un código sin saber qué se está haciendo puede suponer un grave peligro para el conductor y pasajeros.

Ante este nuevo escenario, Tim Kuniskis director Ejecutivo de Dodge declaró al medio informativo Muscle Cars and Trucks acerca de la iniciativa de la marca americana de controlar en todo momento las posibles actualizaciones que se hagan en el sistema operativo de sus futuros coches eléctricos para que así “se hagan bien”.

Dodge, en voz de su director Tim Kuniskis precisó que no van a permitir alterar sus coches eléctricos deportivos.

Lo anterior no quiere decir que los vehículos eléctricos “vengan sellados” ante las modificaciones por parte de usuarios o talleres independientes, pero sí Dodge se guarda su derecho a autorizar los posibles cambios que se vayan a realizar.

Hace unos meses presentaron en sociedad el Dodge Charger Daytona SRT Concept. Entre sus muchas cualidades, este deportivo eléctrico promete más de 800 caballos de potencia y un rendimiento excepcional.

El directivo precisó:

“Queremos canalizar todo a través de nuestro control y queremos hacerlo a través de nuestros programas Direct Connection y Power Broker para asegurarnos de que estamos controlando todo lo que sucede en esos coches”.

El máximo responsable de la compañía también aseguró que, en caso de permitirse las actualizaciones, estas quedarán asociadas al coche de por vida y no al propietario original que pague por ellas. Todo hace pensar que Dodge trabaja en una serie de paquetes de mejora oficiales que será comercializada a través de una vasta red de tiendas aftermarket.

Dodge no permitirá modificar sus coches eléctricos sin previa autorización

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