“La primera gota que derramó el vaso” en el no inicio de la temporada 2020 de la Fórmula 1 fue un caso positivo de Covid-19 al interior de la escudería McLaren en Gran Premio de Australia, esto en el mes de marzo.

A partir de ahí las cancelaciones de fechas tuvieron una especie de efecto dominó y por supuesto que esta situación de no poder arrancar la temporada no fue culpa de este primer contagio al interior de la escudería McLaren, sino de esta “nueva realidad” que nos ha traído la presencia del Covid-19.

Las opiniones son encontradas y preferimos no meternos en temas médicos, sin embargo, todo parece indicar que los organizadores están confiados en poder iniciar la temporada 2020.

Ante esto, la F1 confirmó las fechas de las primeras ocho carreras. El campeonato empezará con un doble programa a puerta cerrada el 5 y el 12 de julio en el Red Bull Ring (Austria).

La segunda cita austriaca se conocerá como Gran Premio de Estiria. Ese nombre viene por la región donde se encuentra la pista.

Hasta aquí todo parece más o menos normal, sin embargo, Chase Carey, presidente de la Fórmula 1, fue enfático:

“Que un individuo dé positivo no conducirá a la cancelación de una carrera, lo que, si una persona tiene que ser puesta en cuarentena, tendremos esa capacidad en un hotel y esa persona será reemplazada”.

El presidente de la F1 va más allá, afirmando que ni siquiera el contagio de un piloto o la retirada de un equipo conducirá a la cancelación de un Gran Premio.

“Que un equipo no sea capaz de correr no cancelaría la carrera. Si un piloto tiene una infección, los equipos cuentan con pilotos de reserva disponibles. No estaríamos avanzando si no estuviéramos muy seguros de que tenemos los procedimientos, la experiencia y las capacidades necesarias para proporcionar un entorno seguro y gestionar cualquier problema que se presente”.

La retirada de un equipo o el positivo de un piloto no pararán la F1: Liberty

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