Una correcta estrategia frente al COVID-19, ha permitido al sector del automóvil en China recuperar poco a poco la normalidad. Una situación que contrasta con la del resto de mundo.

Como es bien sabido, China fue el primer país que tuvo que hacer frente a la pandemia generada por el coronavirus COVID-19 y sin un guion previo, el gigante asiático, optó el cierre de toda su industria con la finalidad de evitar la propagación del virus.

Esto por supuesto que es un “bálsamo” para la industria automotriz mundial, puesto que este Asia es punto neurálgico no solo en producción, sino en ventas y en este último punto, los concesionarios vuelven a abrir sus puertas. Una situación que contrasta con la del resto del planeta.

Daimler, Fiat Chrysler Automobiles, Ford, Honda, Groupe PSA (Peugeot y Citroën), Nissan, Tesla, Toyota, Volkswagen y Volvo, de manera generalizada han reanudado gradualmente la actividad industrial, sin embargo, coinciden que la producción se alineará con los mandatos del gobierno.

Reabren fábricas automotrices en China

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