‘El viejo Continente’ va muy en serio en su camino hacia la movilidad eléctrica, toda vez que la Comisión Europea fijó que a partir del 2035 “no se podrán vender vehículos particulares, ni ligeros de carga nuevos que emitan dióxido de carbono”, lo que en la práctica significa vetar los motores de gasolina, diésel, gas e híbridos.

Así la Comisión Europea se alinea con el rumbo elegido por la mayoría de las firmas automotrices que ya han informado las fechas en donde sus motores a combustión morirán, para dar paso a los vehículos eléctricos, o bien, países como España, Alemania o Inglaterra que antes del 2040 prohibirán la venta de vehículos de combustión.

Europa fue el primer continente que se marcó el objetivo de lograr la neutralidad climática (cero emisiones) para antes del 2050 y ahora se adelanta al resto de la comunidad internacional en la fijación de las primeras medidas concretas para alcanzarlo.

El plan, bautizado con el nombre Fit for 55 (en forma para el 55), incluye también el objetivo de duplicar las energías renovables hasta alcanzar el 40% de cuota en 2030, la fijación por primera vez de objetivos obligatorios de eficiencia energética y el endurecimiento de las condiciones del mercado de emisiones para elevar el precio de la tonelada de CO₂.

Además, se obliga al sector del transporte y al de la vivienda a crear su propio mercado de emisiones.

Comisión Europea fija para 2035 el fin de la venta de coches de combustión

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