En una competencia nadie quiere fortalecer a su rival y esto ya lo dejaron muy claro tanto General Motors, como Ford quienes anunciaron que luego de la compra de Twitter por parte de Elon Musk, quien además es CEO y dueño de Tesla, anularan toda pauta publicitaria en esta red social.

Elon Musk, la semana pasada concretó el acuerdo por la compra de Twitter. Luego de desembolsar la astronómica cifra de $44 mil millones de dólares, con esta operación el controversial empresario “controla los hilos” de una de las redes sociales más poderosas en cuanto a información e influencia mediática.

Como parte de las reacciones a esta compra, General Motors informó a través de un comunicado que “pausará la publicidad en Twitter mientras evalúa la nueva dirección de la red social”.

Asegurando que:

“Estamos trabajando con Twitter para entender la dirección de la plataforma bajo su nueva propiedad. Como es normal cuando se produce un cambio significativo en una plataforma de medios, hemos suspendido temporalmente nuestra publicidad de pago”.

Por supuesto que la cantidad que gasta General Motors en promocionarse en Twitter es un dato confidencial. Sin embargo, la cantidad no debe de ser nada tímida y aunque aseguró que no pagará publicidad, dejó en claro que la interacción con los clientes seguirá.

Ford sigue por el mismo camino, aunque no de manera oficial

Por su parte, Ford dijo a la CNBC que actualmente no se está anunciando en Twitter. Pero aclararon que esta decisión va más atrás de la compra de Elon Musk. No obstante, usuarios de la plataforma pronto demostraron que se habían encontrado recientemente con tweets promocionados del CEO de Ford, Jim Farley.

El futuro de la publicidad de Twitter ahora con Elon Musk a la cabeza

Ante esto, Ford nuevamente se pronunció asegurando que no sabe cuándo fue la última vez que pagó por anuncios en la plataforma, ya sea a través de tweets promocionados o campañas con colaboradores. Dicho de otra manera, Ford también habría dejado recientemente de invertir en publicidad en Twitter. Como en el caso de General Motors, siguen interactuando con sus clientes y seguidores como de costumbre.

Grupo Stellantis cuyo bloque está conformado por la “tercera armadora de Detroit” Chrysler, Dodge y Jeep, aun no se han manifestado al respecto. Y por lo visto, todo sigue igual ahora que el mando de la dirección en Twitter cambió.

Rivian, una de las compañías que intenta replicar el modelo de Tesla, tampoco ha hecho comentarios al respecto. El fabricante de camiones eléctricos Nikola dijo que no tenía planes de cambiar nada con respecto a su uso de Twitter.

Unos cuantos enemigos de Musk…

El que sí movió ficha fue Henrik Fisker. El antiguo colaborador de Tesla, enemigo de Musk y actual director general de Fisker Inc., eliminó su cuenta de Twitter a principios de este año cuando el consejo de administración de Twitter aceptó la oferta de Musk. Fisker se fue de Twitter diciendo que no quería que su libertad de expresión fuese “administrada o controlada activamente por un competidor”. Y que este pudiera controlar cómo sus seguidores interactúan con Fisker a medida que intentaban hacer crecer su empresa.

El primer tweet de Elon Musk tras hacerse efectiva su compra, el pasado jueves 27, fue una carta abierta a los anunciantes. Entre otras cosas, Musk decía lo siguiente:

“Creo firmemente que la publicidad, cuando se hace bien, puede deleitarte, entretenerte e informarte; puede mostrarte un servicio o producto o tratamiento médico que no sabías que existía, pero que es adecuado para ti. Para que esto sea cierto, es esencial mostrar a los usuarios de Twitter publicidad que sea lo más relevante posible para sus necesidades. Los anuncios de baja relevancia son spam, pero los de alta relevancia son realmente contenido. Fundamentalmente, Twitter aspira a ser la plataforma publicitaria más respetada del mundo que fortalezca tu marca y haga crecer tu empresa. A todos los que se han asociado con nosotros, les doy las gracias. Construyamos juntos algo extraordinario”.

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