Resulta casi imposible de pensar que el ‘super futurista’ Mercedes Vision EQ Silver Arrow presentado en el Pebble Beach tenga sus orígenes en el pasado, dicho por el fabricante alemán, este modelo, rinde homenaje al Mercedes Benz W125 de 1937 que consiguió alzarse como el coche más rápido del mundo.
Con 5,3 metros de longitud el Mercedes Vision EQ Silver Arrow es un enorme monoplaza que recupera la filosofía de aquellos superdeportivos de los años 30 y 40, pero centrándose en una mecánica 100 por ciento eléctrica.
De acuerdo con la marca, el Mercedes Vision EQ Silver Arrow emplea un sistema de propulsión eléctrica que iguala la potencia del Mercedes Benz W125 original, es decir, 765 caballos de potencia máxima. La batería empleada ofrece una capacidad de 80 kWh y alcanza una autonomía de 400 kilómetros.
De acuerdo con las imágenes, la cabina es un claro ejemplo de la filosofía que tiene la marca en cuestión de infoentretenimiento que es comandado por un clúster de instrumentos táctil con una animación tridimensional, destacando la posibilidad de escoger el sonido que emanará este superdeportivo, pues, aunque en condiciones normales se deslizará en completo silencio, el conductor puede activar un sintetizador capaz de emular el sonido de un Fórmula 1, el motor V8 de Mercedes-AMG.
En contexto, el Mercedes Benz W125 logró retener durante 80 años el récord de mayor velocidad alcanzada en una carretera pública, con un registro que se dio en 1937 al alcanzar los 432.7 km/h, que fue finalmente superado en el 2017 cuando el ultramoderno Koenigsegg Agera RS marcó un récord al alcanzar los 444.6 Km/h.
