Es cierto que Uber y Cabify llegaron a dar certeza al transporte público, centrándonos en México, abordar un vehículo de la calle (aun autorizado por las autoridades) era por decir lo menos, poner en riesgo muchas veces la integridad física.
Más allá Uber y Cabify cambiaron para siempre la percepción de movilidad, generaciones como los Millennials y los entrantes Centennials son todo un reto para la industria automotriz ya que estas generaciones no son compradores potencias de coches, ellos, prefieren la practicidad de estos tipos de taxis.
Sin embargo, por desgracia, la ‘Luna de Miel’ no suele durar más que unas noches y Uber y Cabify han sido objeto de una baja en la calidad de su servicio. Casos de conductores que, incluso han agredido a pasajeros, asaltos, cobros excesivos y una “tarifa dinámica” que resulta por demás abusiva encendieron las alertas del Gobierno de la Ciudad de México.
Por lo anterior, a partir de hoy, ambas empresas tienen 60 días naturales para que sus unidades cuenten con un taxímetro aprobado y validado ante la Secretaría de Economía.
Este dispositivo elegido, deberá contar con sistema de geolocalización satelital integrado, así como un botón de auxilio para emitir una alerta a las autoridades en caso de alguna emergencia.
De acuerdo con la publicación de la Gaceta Oficial del viernes 17 de agosto, la Secretaría de Movilidad especificó que, en un acuerdo con este tipo de vehículos, también deberán realizar una validación anual para acreditar que cuenten con el taximetro y que sean presentados a una inspección físico-mecánica así como revisar los puntos de seguridad y de la legalidad de la unidad.
Hasta el momento Uber y Cabify no se han manifestado públicamente a esta medida, tampoco sabemos cuál será el mecanismo de presión para los choferes que se nieguen o incumplan con este mandato.
