Cuando Porsche lanzó el Macan en 2014, se especulaba acerca de una posible canibalización con la que sería su hermana mayor Cayenne, sin embargo, los planes de la marca alemana fueron los correctos y demostró que se puede ser competitivo en un segmento en el que no estaba presente.
Estos últimos años, en materia de ventas tanto Macan, como Cayenne han sido seis años repletos de éxitos.
Ahora Macan vivirá lo que podríamos llamar una etapa de evolución con una opción de movilidad eléctrica que, basándonos en los números de Porsche, podremos presumir que podría tener una autonomía de poco más de 600 kilómetros.
En este sentido, la marca alemana anunció que realizó una inversión por poco más de $600 millones de euros para adecuar su planta de Leipzig, en Alemania para fabricar la tercera generación de Macan, que como ya dijimos, tendrá una primera versión totalmente eléctrica.
El presidente de Porsche Leipzig, Gerd Rupp, aseguró que una vez finalicen las obras, podrán fabricarse modelos con tres tipos de propulsión diferentes en una sola línea de montaje: vehículos de gasolina, híbridos y eléctricos puros, lo que le dará a la fábrica “la máxima flexibilidad”.
