Antes de Ayrton Senna, ningún piloto había aportado tanto talento y esplendor al mundo de la Fórmula 1. Sus semejantes consideran a “Magic Senna” como uno de los pilotos más grandes de todos los tiempos: tres títulos de campeón del mundo (en 1988, 1990 y 1991), 65 pole positions y 41 victorias en Grandes Premios, entre ellas, la victoria en el Gran Premio de Mónaco, que logró por primera vez en 1987.
Para celebrar el trigésimo aniversario de esta victoria, TAG Heuer presenta tres relojes nuevos de ediciones especiales con la efigie del piloto. Estos relojes se presentaron en primicia en la inauguración de la nueva boutique en Mónaco, que contó con la presencia excepcional de Bianca Senna, sobrina del campeón.
Por primera vez, el famoso movimiento de la casa Heuer-01 de TAG Heuer se adorna con los códigos de Senna. Con una caja maciza de 45 mm, el cronógrafo Carrera Heuer-01 de acero cepillado negro con toques de rojo exhibe la esfera esqueleto y el fondo de zafiro, que permiten admirar la fantástica mecánica del movimiento de manufactura.
Las otras dos piezas de la serie son dos Formula 1, una en versión cronógrafo, el modelo motoracing por excelencia de la colección TAG Heuer. En ambos relojes, de un diámetro de 43 mm, el negro se combina con toques de rojo, una asociación que hace referencia, obviamente, al espíritu racing. La esfera cuenta con una línea roja triple que recuerda a los coches de carreras.
En la versión cronógrafo, la precisión de décimas de segundo del movimiento de cuarzo, elemento indispensable para un reloj de carreras automovilísticas, se indica en el pequeño contador situado en las 6 h, mientras que el contador de los minutos lo encontramos en las 9 h y el de los segundos normales en las 3 h.
Los tres relojes de esta serie especial exhiben la famosa “S” estilizada, lacada en rojo, símbolo exclusivo de Senna, en la esfera y el bisel con la escala de los minutos, que les brinda un carácter racing y el lado deportivo de Senna. Todos cuentan, evidentemente, con la icónica pulsera con eslabones en forma de S, la pulsera adoptada por aquel entonces por Ayrton.
