Nadie escarmienta en cabeza ajena y parecía que la red social más grande del mundo Facebook había aprendido de sus errores, pero todo parece indicar que no fue así.

Hace un par de años, el creador de Facebook, Mark Zuckerberg, aceptó la necesidad de esta red social adoptara medidas para prevenir la proliferación de fake news y de campañas de desinformación que “pasean” sin control por la plataforma.

Pero todo parece indicar que esta fue una declaración hueca que la hizo únicamente para salir lo mejor librado del escándalo Cambridge Analytica, una consultora que utilizó a Facebook para obtener datos personales de posibles votantes en diferentes procesos electorales para luego bombardearlos con información falsa o sesgada, diseñada para cambiar su posición.

Al mismo tiempo, Facebook fue acusada en ese entonces de funcionar como plataforma para distintos grupos violentos que buscaban diseminar sus mensajes de odio y contenidos falsos, en ocasiones con repercusiones tangibles, como ocurrió en el caso de la limpieza étnica a la fue sometida el pueblo rohingya en Myanmar (Birmania).

Recientemente Zuckerberg en una entrevista con Fox aseguro que:

“Facebook no puede ser el árbitro de la verdad de todo lo que la gente dice en internet”

La declaración parece diseñada para distanciarse de Twitter, su gran competidor, y acercar posiciones con el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

Recordemos que recientemente Trump acusó a Twitter de “sofocar” la libertad de expresión y de censurar contenidos cercanos a posiciones conservadoras, aseguró que cerraría la empresa, si pudiera.

El mandatario estadounidense expresó:

“Si siguen teniendo los empleados que tienen, creo que deberían cerrarla, por lo que a mí me importa. No sé cómo lo haría, habría que atravesar un proceso. Si se pudiera hacer legalmente, lo cerraría. Hay otros sitios que podemos usar. Habría que desarrollar otros.

En este contexto, las declaraciones de Zuckerberg parecen alinearse con la Casa Blanca en su rechazo a cualquier intervención sobre la veracidad de los contenidos.

Facebook no debería ser el árbitro de la verdad: Mark Zuckerberg

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