Podría parecer que las llantas son un elemento sin evolución prácticamente desde su creación, pero esto esta muy alejando de la realidad. Las llantas han tenido mejoras muy importantes desde que Goodyear en 1839 descubrió que era posible vulcanizar el caucho.

Sin embargo, Continental se salta varias generaciones evolutivas y presenta una llanta capaz de generar y evaluar continuamente diferentes datos que afectan a la conducción y seguridad, como son la profundidad en la banda de rodadura, posibles daños, temperatura y presión.

Estos neumáticos se pueden personalizar mediante la app ContiConnect Live según las necesidades.

Bajo el nombre Conti C.A.R.E. por sus siglas en inglés (Conectado. Autónomo. Confiable. Eléctrico) estas llantas serían calzadas únicamente por vehículos autónomos y si bien aun no están a la venta, sí nos permite visualizar el futuro -no muy lejano- de la movilidad.

Otra de las ideas que estudia Continental es adaptar la presión de los neumáticos mediante bombas centrífugas integradas en las ruedas.

Con esto, a medida que el vehículo acelera las fuerzas centrífugas del interior de las ruedas actúan directamente sobre una bomba para generar aire comprimido.

Esta tecnología se denomina PressureProof y permite mantener la presión correcta constante, lo que repercute en una mejora de la seguridad y también en una disminución del desgaste prematuro y de las emisiones de CO2.

El exceso de aire comprimido se almacena en un depósito integrado. Este sistema también permite adaptar la presión de forma automática y en el momento al nivel de carga del vehículo o el tipo de conducción.

Crean una llanta capaz de comunicar presión y desgaste en tiempo real

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