Para Volkswagen Golf y su legado el 2017 no pudo cerrar mejor con la renovación completa de su séptima generación que nos apacigua un poco para esperar la 8tva edición.
A partir del último semestre del año fue cuando inició el proceso de renovación de la séptima generación del Volkswagen Golf, algo como un 7.5 que permite darle un poco más de vida y calma un poco los fans que ya se frotan las manos para conocer una renovación más a fondo.
Comenzado por el más radical, el Golf R con el multi premiado motor turbo de 2.0 litros de 290 hp y 280 lb-pie de par, que le bastan para alcanzar los 100 km/h en sólo 4.6 segundos. En México está disponible con transmisión automática de doble embrague (DSG) de 7 cambios. La potencia se distribuye en las cuatro ruedas gracias a un sistema de tracción integral 4Motion.
Pero en Puerto Vallarta en el estado de Jalisco fue que conocimos las dos modelos de Golf que faltaban el modelo de entrada con un motor de 1.4 litros TSI de 150 hp y 184 lb-pie de par, disponible con transmisión manual de 6 velocidades o automática de doble embrague (DSG) de 7 cambios, según versiones (Trendline, Comfortline y Highline).
Esta actualización se centra en la estética y la tecnología. Con un frente actualizado den donde los faros ahora se integran con los trazos horizontales de la parrilla y estrenan iluminación diurna de LED —los faros principales son de halógeno. En la trasera, la renovación fue más discreta, con apenas un nuevo remate de la zona baja de la defensa y calaveras de iluminación LED.
Al interior estrena una pantalla central táctil de 8 pulgadas y por medio de la cual se controla todo lo relacionado con el infoentretenimiento compatible tanto con Android Auto, como con CarPlay.
En este mismo viaje de lanzamiento, el segundo en hacer su aparición fue la versión GTI que también vive los cambios antes mencionados, pero con el plus de contar con una parilla tipo panal y unas fascias de apariencia deportiva, estrena rasgos menos cuadrados.
El habitáculo grita que no se trata de las versiones de entrada gracias al volante deportivo, emblemas GTI, costuras rojas y asientos deportivos forrados en piel; sin embargo, la mejor parte de esta actualización se esconde bajo el cofre. Conserva el bloque de 2.0 litros turbo, pero esta vez le exprime 230 caballos de fuerza y 258 lb-pie de par, de tal manera que alcanza los 100 km/h en sólo 6.4 segundos. Para México, la única versión disponible lleva una transmisión automática de doble embrague (DSG) de 6 velocidades.
