Tokio, cede de los Juegos Olímpicos del 2020 presentó oficialmente las medallas que se otorgaran a los deportistas que por méritos deportivos se hagan acreedores a ellas.
Las medallas miden 8.5 centímetros, fueron creadas por el diseñador japonés Junichi Kawanishi, pero no serán puramente de oro, plata o bronce. Ya que en su alma de fabricación encontramos desechos electrónicos y móviles reciclados que la organización se dio a la tarea de recolectar dos años antes.
Según un nuevo informe de la ONU, el mundo generó 48.5 millones de toneladas de basura electrónica en 2018, una cifra que equivale al peso de todos los aviones jamás construidos o de 4,500 torres Eiffel, que llenarían totalmente la superficie del barrio neoyorkino de Manhattan.
Solamente el 20% de esos residuos son reciclados y, si nada cambia, la ONU estima que podría haber hasta 120 millones de toneladas de chatarra electrónica en 2050.
Como bien sabemos los electrónicos tiene en su interior pequeñas cantidades de oro, plata y bronce al ser excelentes materiales conductores y aun no tenemos la industria de reciclaje que se encargue de re – utilizarlos.
Para fabricar las aproximadamente 5,000 medallas que se repartirán durante Tokio 2020 fue necesario extraer de esta basura electrónica 32 kilogramos de oro, unos 3,500 kilogramos de plata y aproximadamente 2,200 kilogramos de bronce.
Esta acción sin duda es una medida que no va a revertir en automático el calentamiento global, pero que sí hace un poderos llamado a un problema que poco a poco nos está llegando al cuello.
