Caprichos de diseño ilógicos, imprácticos, pero divertidos son una especie de brisa refrescante en una industria que se preocupa más por crear productos prácticos que emocionales. Ford implementó mejoras en la SuperVan 4.2 eléctrica para participar en la carrera de ascenso a Pikes Peak, que se celebrará el próximo domingo 25 de junio.

Por supuesto que el futuro de esta SuperVan no es ser un vehículo de calle, sino que fue modificada especialmente para competir en Pikes Peak, una de las competencias más longevas y demandantes que se conforma de casi 160 complicadas curvas, y con más de 1,400 metros de diferencia de altura entre la salida y la meta.

En los controles del mando, un experimentado piloto

Al mando de ella irá Romain Dumas, tricampeón de las 24 Horas de Le Mans y campeón absoluto del Campeonato Mundial de Resistencia que se encontrará con una van construida en cuanto a aerodinámica para hacerle frente al aire y la presión atmosférica de un sitio de gran altitud como Pikes Peak para lo cual se aumentó el downforce (carga aerodinámica descendente) y ahora llega a generar más de 1,995 kilos cuando circula a 241 km/h de velocidad.

Para conseguir esta estabilidad fue a través de enorme alerón trasero de varias alturas hecho de fibra de carbono. En el splitter delantero y en un difusor trasero también de proporciones colosales, servirán para mantener en su sitio a la van cuando tome las sinuosas curvas de la montaña.

Tres motores eléctricos, los responsables de una brutal potencia

Mecánicamente nos encontramos con tres motores eléctricos que logran desarrollar una potencia de 1,400 caballos que se reparten en las cuatro ruedas (tiene dos motores eléctricos detrás y uno delante).

En cuanto al chasis, Ford Performance y STARD equiparon a la SuperVan 4.2 con un sistema de frenado regenerativo capaz de regenerar hasta 600 kW, al que han incorporado discos carbo-cerámicos.

Asimismo, monta rines forjados en magnesio con neumáticos de competición Pirelli P Zero, ejes de transmisión reforzados, un parabrisas de metacrilato más ligero y el interior prescinde de cualquier elemento que no sea necesario para este tipo de competiciones.

La elección de esta carrera no es casual: Ford ha estado presente en la subida a Pikes Peak desde su primera edición, celebrada en 1916, cuando compitió en un Model T.

Ford suelta el lápiz de diseño y presenta espectacular van eléctrica

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